El chef Romain Fornell ha abierto una batalla judicial contra Generali Seguros para recibir una compensación por las pérdidas que ha sufrido en sus diez establecimientos de Barcelona desde que empezó la pandemia. Su equipo ha activado la vía de la demanda después de que la aseguradora desoyera las peticiones de cobertura, como han hecho por lo general las compañías en casos similares, según ha detallado la defensa a Crónica Global.
Sin embargo, una sentencia de la Audiencia de Girona, favorable a una pizzería asegurada, ha sentado un precedente que da esperanza a un sector muy tocado y que necesita cualquier posible vía de ingresos para seguir adelante. Este jueves, sin ir más lejos, la restauración expresaba su malestar con la “situación crítica” que vive y exigía al Govern la apertura de los locales ubicados en centros comerciales con los mismos horarios que el resto.
Tres meses de cobertura
En el caso de Fornell, la póliza contratada incluye las pérdidas de explotación, igual que en la sentencia de Girona. Concretamente, el chef francés alega que tiene derecho a recuperar las pérdidas de tres meses, límite que marca el contrato.
“No cubre para nada todas las pérdidas”, explica su abogada, Virginie Molinier, que recuerda que los restaurantes llevan más de un año afectados por los cierres. “Pero si te pasa algo, puedes recurrir a esto”.
Se abre la vía judicial
El problema recurrente, según la letrada, es que “coges un seguro y crees que te va a cubrir, y cuando te pasa el problema, no lo hace”. Sin embargo, la sentencia de Girona ha provocado que más establecimientos preparen reclamaciones. De este modo, la vía de recurrir a los seguros para recuperar parte de las pérdidas está cobrando cierta visibilidad en España, después de que el mismo sistema ya haya cobrado una mayor relevancia en Francia, Reino Unido y los Estados Unidos.
El siguiente paso que se plantea Molinier es unirse a la iniciativa de otros restauradores para litigar contra el Estado para reclamar daños por las restricciones impuestas. “No lo hemos hecho, pero la verdad es que estamos considerándolo, tal y como van las cosas”, señala. De hecho, recuerda que, pese a que “contra la Administración es difícil ganar”, “el Tribunal Superior del País Vasco ha condenado el cierre de restaurantes en ciertas zonas por no haberse demostrado que la restauración era una causa de contagio mayor que, por ejemplo, las reuniones familiares”.
Los pequeños, “abocados al cierre”
La abogada del chef lamenta que, a pesar de que Fornell tiene los recursos para emprender una batalla legal, “los pequeños negocios que no se pueden pagar abogados están abocados al cierre”. Por ello, reclama que lleguen las ayudas directas que sí se han extendido en Francia, país donde también ejerce. Lamenta que aquí la dinámica ha sido la opuesta. “Por ahora, el Gobierno y la Generalitat no hacen nada para cubrir los gastos fijos”, reprocha. “O se dan ayudas o se condonan impuestos”, propone, otra vía reclamada por el sector.
Mientras tanto, los ERTE, lejos de ser un bálsamo económico, se han convertido en “un coste añadido”. “Varios de mis clientes han recurrido a ERTEs y se arrepienten; muchos han pensado que esta historia sería de dos o tres meses y ahora ven que no pueden recuperar a la gente”, afirma Molinier. Por todo ello, subraya que en este momento --“no estamos al final de la crisis”-- “dejar al sector sin ayuda es bastante fuerte”.