Seat cerró el ejercicio 2020 con pérdidas operativas de 339 millones de euros debido al impacto negativo del coronavirus, que provocó notables restricciones en la actividad comercial y la movilidad. En 2019, la filial del grupo Volkswagen logró beneficios de 445 millones de euros.
La firma con sede en Martorell prevé volver a la rentabilidad en 2021 gracias a factores como la recuperación de la normalidad en la actividad de los concesionarios y a los avances en el proceso de vacunación, que traerá consigo el regreso de la movilidad habitual.
Un 20% menos de facturación
En 2020, la pandemia provocó un descenso del 20% en la facturación de Seat, que ascendió a 9.198 millones de euros.
La compañía vendió 427.000 unidades en todos los mercados en los que opera, cifra que representa un 25% de la que alcanzó en 2019, cuando fue capaz de matricular 574.000 unidades.
Mejora en mercados clave
Las buenas perspectivas de Seat se basan en el comportamiento de las órdenes de compra, que se mantienen en cotas similares a las que presentaban antes de la llegada del coronavirus; de este modo, la vuelta plena a la normalidad, especialmente en lo que a la cadena de suministros se refiere, será fundamental para recuperar la rentabilidad.
Dentro de las graves dificultades de 2020, Seat logró mejorar su penetración en mercados considerados clave para su negocio, como fueron los casos de Alemania, Italia, Austria, Suiza, Israel o Turquía.
Crecimiento para Cupra
Las buenas noticias también llegaron desde la marca Cupra, que mejoró un 11% su volumen de entregas, con un total de 27.400 vehículos.
La compañía que preside Wayne Griffiths contabilizó un retorno operativo sobre ventas negativos del 3,7%, en comparación con la cifra positiva del 3,9% lograda en el año previo. Además, la producción de vehículos de la empresa bajó un 31,3% anual, hasta 406.000 unidades.