El grupo papelero Miquel y Costas cerró el ejercicio de 2020 con un beneficio neto consolidado de 44,9 millones de euros, un 14,4% más que en 2019, y una facturación de 274,2 millones de euros, con un incremento del 4,4%. En un año marcado por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, el Grupo ha podido llevar a cabo sus operaciones incluso en los momentos más álgidos de la pandemia, al haber sido considerada su actividad como esencial. Este incremento de las ventas ha tenido lugar tanto en la línea de Industria del Tabaco como en la de Productos Industriales.
El beneficio antes de impuestos ha alcanzado los 58,3 millones de euros, superando el obtenido en 2019 en un 14,1%. Todas las líneas de negocio se han visto favorecidas por unos mejores precios de las pastas y de la energía, así como por la reducción en costes derivada de sus inversiones. Por líneas de negocio, tanto la Industria del Tabaco como la de Productos industriales han mejorado su resultado, mientras que la línea de ‘Otros”’ lo ha mantenido.
Buenas perspectivas
El cash flow después de impuestos ha ascendido a 63,0 millones, importe que supera en un 10,9% el del ejercicio precedente. Sus principales aplicaciones han sido las inversiones en activos, la adquisición de acciones propias y el pago de dividendos.
El Grupo estima que la trayectoria de resultados durante el primer trimestre de 2021 seguirá siendo de crecimiento. Sin embargo, el incremento de los precios de las materias primas y de la energía, así como la volatilidad de la demanda, dificultan predecir la evolución a partir del segundo trimestre.