Caixabank ha dado a conocer este jueves la composición del comité de dirección que regirá el destino de la entidad resultante de la fusión con Bankia, que confirma la notable dilución de esta última, toda vez que tan sólo aportará dos de los 14 miembros del órgano, al frente del cual estará el consejero delegado, Gonzalo Gortázar.
Así, Manuel Galarza, que se ocupará del área de cumplimiento y control, y Eugenio Solla, que estará al frente de sostenibilidad, serán los únicos representantes de Bankia en la alta dirección del nuevo Caixabank, en la que permanecerá como hombre fuerte Juan Antonio Alcaraz, director general de negocio y, a los efectos, número tres de la entidad tras el presidente, José Ignacio Goirigolzarri, y el propio Gortázar.
El comité, al completo
Mientras, Matthias Bulach será el responsable de contabilidad, control de gestión y capital y Javier Pano ocupará la dirección financiera; Xavier Coll liderará la dirección de recursos humanos hasta el 1 de enero de 2022, cuando será relevado por David López, que sí proviene de Bankia, por lo que a partir de entonces serán tres los representantes del banco absorbido. Otra de las figuras relevantes del comité será la de Óscar Calderón, que se mantiene como secretario general y del consejo de administración.
Completan el comité Jordi Mondéjar (riesgos), Iñaki Badiola (CIB e International Banking), Luis Javier Blas (medios), María Luisa Martínez (comunicación y relaciones institucionales), Marisa Retamosa (auditoría interna) y Javier Valle (seguros).
Despedidas en Bankia
Un escenario que ya empezó a dibujarse el pasado martes, cuando Bankia anunció que los componentes de la alta dirección más cercanos a Goirigolzarri no se incorporarían al banco resultante de la fusión con Caixabank. Se trata del consejero delegado, José Sevilla; el director de medios y consejero ejecutivo, Antonio Ortega; el secretario general y del consejo, Miguel Crespo; y la directora de comunicación, Amalia Blanco.
De este modo, y pese a que será presidente con poderes ejecutivos, Goirigolzarri tendrá un influencia en el nuevo Caixabank sensiblemente inferior a la que el mercado esperaba, sobre todo después de que se hiciera público el reparto de poderes a mediados de septiembre, cuando se presentó la operación en sociedad tras ser aprobada por los respectivos consejos.
Áreas de poder
Goirigolzarri será el presidente ejecutivo y bajo su influencia estarán las áreas de comunicación y auditoría interna, así como la secretaría del consejo de administración. Sin embargo, ninguna de las tres tendrá como representante en el comité de dirección a una persona procedente de Bankia.
En el diseño del comité ha quedado patente que se trata de una fusión por absorción, en la que una entidad de mayor tamaño (aproximadamente el triple en términos de capitalización bursátil) toma realmente el control de la más pequeña.
Cierre en el primer trimestre
Tras la aprobación del nuevo comité de dirección, el cierre mercantil de la operación queda pendiente de la llegada de las preceptivas autorizaciones (en especial, las de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y del Ministerio de Economía), que se esperan para antes de que finalice el primer trimestre.
A finales de enero, con motivo de la presentación de resultados de los bancos, tanto Goirigolzarri como Gortázar mostraron su convencimiento de que se cumplirían los plazos establecidos como guía nada más aprobarse la operación por parte de los consejos.
Adiós a Bankia en verano
Incluso, el todavía presidente de Bankia apuntó que esta marca empezaría a desaparecer de las sucursales nada más cerrarse la fusión, de tal modo que el próximo verano se habría completado la transición.
Algo más de tiempo llevará la integración de los sistemas, cuya conclusión está programada para finales de año.