Dos cargos compaginados de forma ilegal. Esto es lo que hizo Manel Ferré, presidente de la patronal hospitalaria Consorci de Salut i Social de Catalunya (CSSC). La Sindicatura de Cuentas ha emitido un demoledor informe que aflora irregularidades en el ente sanitario. Unas anomalías que empiezan en la alta dirección.
El documento 28/2020 elaborado por el fiscalizador del gasto público, y que se puede consultar en este enlace, pone negro sobre blanco las dudas en la gestión en el ejercicio 2017. La más llamativa es que el presidente de la patronal vulneró la ley al compaginar su cargo de máximo directivo con la presidencia de la empresa CSC SA, en la que también era consejero. Alternó pues un cargo público con la dirección de una mercantil con ánimo de lucro.
Trabajos en Suramérica: ¿por qué?
En el plano mercantil, la Sindicatura alerta de que la patronal no distingue entre lo público y lo privado que ha creado ella misma. Ocurre con las sociedades CSC SA, CS Atenció Social, FS21, CSC Vitae i CSC GAD. No eran medios propios según la normativa vigente, pero el Consorci las consideró como tales. Es más, la patronal encargó hasta 15 trabajos a sus sociedades que no fueron licitados. Según el fiscalizador del gasto, tenían que haber salido a concurso público. No pasó.
Con lo que respecta a la operativa del grupo, la Sindicatura es también muy crítica con las operaciones allende las fronteras. En 2017, el CSC invirtió 282.726 euros en filiales en Chile, Ecuador, Argentina, Brasil, Colombia y México. El saldo neto de las inversiones fue de 52.338 euros. Al ser la patronal un ente público, el fiscalizador "pone en duda el interés general de la creación de estas sociedades en otros países que, posteriormente, comportan una pérdida importante del valor de las inversiones".
Un millón de gasto extra, cuentas tarde y no inscrita
En el capítulo de la gestión, Ferré, también exalcalde de Amposta (Tarragona) por CiU, ha firmado una gestión con lunares. Solo para el ejercicio 2017 el fiscalizador detecta 954.546 euros de gasto realizado extra con respecto al gasto programado. Ello habría podido ser detectado antes, pero es que la patronal remitió las cuentas del CSC a la Sindicatura tarde, fuera de plazo, critica el organismo.
Cuando lo hizo, el controller del gasto público descubrió "incorrecta compatibilización" entre entidades del grupo y, curiosamente, que la patronal no está adscrita a ninguna Administración pública, pese a que debió hacerlo en 2014, como máximo. Con esta maniobra, el CSC se libró de un control más exhaustivo de las administraciones públicas, pues se escapó de ser sector público de la Generalitat de Cataluña, pese a que lo es a todos los efectos salvo el formal.