La vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, no quiere ningún reproche por parte de la Comisión Europea. Necesita conocer el detalle de lo que podrá o no podrá impulsar el Ejecutivo, antes de ofrecer nuevas ayudas directas a las empresas, a pesar de que esa petición es ya unánime y se ha efectuado desde las patronales y los sectores más afectados. Calviño, en la sede del Círculo de Economía en Barcelona, ha señalado que esas ayudas se han ofrecido desde el primer momento, y que, entre los ERTE y las cantidades repartidas entre los autónomos se han destinado 40.800 millones de euros entre 2020 y 2021.
El Gobierno prepara un “marco nacional”, a partir del diseño que establezca Bruselas, para ofrecer nuevas ayudas con un objetivo prioritario. A juicio de la vicepresidenta, “se debe poner el acento en el sobreendeudamiento de las empresas”, y en la necesidad de que “los problemas de liquidez no se transformen en problemas de solvencia”.
Ayudas a las comunidades
Sin embargo, Calviño ha insistido, tras las peguntas de los miembros del Círculo de Economía, presidido por Javier Faus, en que el Ejecutivo se ha volcado en esas ayudas, destinando recursos a las comunidades autónomas. Las cifras que maneja Moncloa fijan en 16.000 millones los recursos destinados a las autonomías, en 2020, a los que se deben añadir 10.000 millones en 2021 y la absorción de la mitad del déficit de las comunidades, unos 13.000 millones más.
Lo que ocurre es que el paquete de ayudas directas, que ha reclamado, entre otros agentes la patronal Foment, con una petición de 50.000 millones, se quiere elaborar con sumo detalle, según Calviño, siempre a partir de lo marque Bruselas. España se encuentra limitada, respecto a otros países, como Alemania, al no disponer de un músculo fiscal más potente.
Reforma fiscal a la vista
Todo lo ofrecido por el Gobierno, desde el inicio de la pandemia, ha podido sostener la economía, a juicio de la vicepresidenta, que ha llevado a una recuperación del PIB en el tercer trimestre de 2020, y a un ligero crecimiento en el cuatro trimestre, del 0,4%, cuando todos los analistas señalan que se produciría, de nuevo, una caída del PIB.
Calviño ha señalado que los ayuntamientos serán clave en la recuperación, con planes de digitalización a partir de los fondos europeos. La responsable económica del Gobierno ha negado la impresión de que España no podrá aprovechar esos fondos y que se utilizarán mal. El objetivo número uno, ha señalado, es que se centren en “sectores tractores”, con planes nacionales, y con recursos, también, que gestionarán las comunidades autónomas.
¿Reformas? El Ejecutivo piensa en una reforma fiscal, que se analiza entre el ministerio de Economía y el de Hacienda. Calviño ha insistido en que se trata de elaborar un “sistema más justo”, sin entrar en más detalles por ahora.