Restauradores y comerciantes estallan contra la "relajación testimonial" de las restricciones. Medidas que el Govern prevé aplicar a partir del lunes e implicarán, básicamente, extender el confinamiento del ámbito municipal al comarcal y permitir a los bares ampliar su servicio una hora más en desayunos y comidas. Con todo, seguirán sin poder servir cenas.
Por lo que respecta a las tiendas, seguirán como hasta ahora. Es decir, las de productos no esenciales permanecerán cerradas durante los fines de semana. Los establecimientos de más de 400 metros tampoco podrán abrir ni siquiera de lunes a viernes, permanecerán cerradas al considerar que son espacios de mayor riesgo de contagio. El Consell de Gremis ha reclamado un "nuevo marco de actuación, avalado por estudios de contagio" al considerar que "no pueden mantenerse las restricciones actuales" de la Generalitat. Advierten de que muchos negocios están al límite y que vendrá una oleada de concursos de proyectos que serían rendibles en un contexto normal.
Plan de reactivación
Por su parte, el Gremi de Restauració ha mostrado su decepción --había reclamado su apertura hasta las 20.00 horas--, y ha instado al Govern a diseñar un plan de reactivación de la actividad económica. Su presidente, Roger Pallarols, ha indicado que "la prudencia de la que hace bandera Salut se debe confrontar con la desesperación del tejido empresarial y los trabajadores". Por ello, ha acusado a la Generalitat de vivir "de espaldas a la realidad, y al verdadero drama de miles de empresas y familias".
"Entendemos que deben aplicarse medidas de prevención, pero el comercio es seguro, con un índice de contagio inferior al 0,1%, según la Confederación Española de Comercio", ha indicado el presidente del gremio en Barcelona, Joan Guillén, quien recuerda que el Ejecutivo catalán sí permite desplazamientos en transportes públicos, como el metro, donde "entran en contacto miles de personas cada día".