Banco Sabadell cimentará la estrategia que diseña en la actualidad para el futuro en la idea de proseguir su camino en solitario, sin operaciones corporativas. La entidad ultima un plan a tres años que no contempla, de entrada, tal opción. El banco está decidido a pasar la página de la fallida fusión con BBVA, al menos en lo que a tomar la iniciativa se refiere.
El presidente del Sabadell, Josep Oliu, ha explicado que todos los esfuerzos del banco se centrarán en buscar la mejor manera de elevar la rentabilidad para los accionistas; pero, eso sí, en solitario.
Recuperar TSB
“No forma parte de nuestra estrategia para los tres próximos años abordar una operación corporativa”, ha apuntado en la presentación ante la prensa de los resultados de la entidad en 2020, en la que también se ha referido a la filial británica, TSB, cuya venta sí se contempla, aunque no con tanta celeridad como parecía plantearse tras decir adiós a la fusión con BBVA.
Es más, Oliu ha negado que el Sabadell haya iniciado siquiera un proceso de venta para TSB, toda vez que el banco británico deberá recuperar previamente algo de rentabilidad para que deshacerse de él entre en los planes de su propietario.
Sin poderes ejecutivos
Oliu, que dejará de tener poderes ejecutivos tras la próxima junta de accionistas, ha explicado que TSB lleva algo más de un año con su propio plan estratégico, uno de cuyos hitos es alcanzar una rentabilidad sobre capital (ROE) en torno al 6%. Hasta entonces, “el Sabadell seguirá su estrategia de siempre: si ve una posibilidad de poner en valor la participación de modo que aporte valor al accionista, se hará. Pero, por ahora, tiene que seguir desarrollando su propio plan”.
El presidente de la entidad con sede en Alicante no dio detalles sobre cuál será su función tras la llegada de César González-Bueno como consejero delegado y la pérdida de su condición de ejecutivo. “Es algo que se debate actualmente en el consejo de administración y aún no está definido”.
Relevos de Guardiola y Varela
No obstante, Oliu ha explicado que esta modificación, que supondrá un cambio en los estatutos, fue propuesta por él mismo, aunque la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) recomienda este esquema para el futuro. “Yo mismo sugerí que el banco aprovechara el relevo de Jaume Guardiola como consejero delegado para introducir el cambio”.
El de Guardiola, ya anunciado a finales del pasado año, no será el único cambio. Tras más de dos décadas en la entidad, Tomás Varela dejará la dirección financiera aunque, al contrario que el consejero delegado, no se retirará profesionalmente.
Recuperar el dividendo
Oliu ha relacionado el relevo de Varela, que tomará el actual director financiero de Bankia, Leopoldo Alvear, con los cambios planteados por González-Bueno y también con la oportunidad que suponía tanto “incorporar a alguien más joven como también que viniera de otra entidad y pueda aportar cosas nuevas”.
En cuanto a la política de dividendos, el presidente ha reiterado que no habrá remuneración al accionista este año, aunque el banco espera recuperarla de nuevo en 2021 “de forma prudencial”.