La Corte Suprema de Delware, en Estados Unidos, ha dictaminado que el bufete de abogados Skadden Arps tendrá que hacer públicos los registros de sus facturas del caso Transperfect. Se trata de uno de las litigaciones empresariales más polémicas de los últimos años, puesto que estaban en riesgo miles de trabajadores en todo el mundo, y más de 600 en Barcelona.
Esta firma de abogados, designada por el juez para pilotar la venta forzosa de Transperfect, ha cargado a día de hoy más de 15 millones de dólares en conceptos de asesoría en la venta de la multinacional tecnológica. Se trata de unas facturas injustificadamente costosas (alcanza los 3,5 millones de dólares), que paradójicamente no han dejado de llegar posteriormente a la venta de la compañía en 2017.
Prácticas de facturación sospechosas
La gestión de este caso no solo ha ensombrecido el nombre de Skadden Arps. También ha arrastrado consigo la buena reputación del que antes fuera uno de los estados referentes para la creación de empresas en Estados Unidos.
La presunta relación entre la Corte Suprema de Delaware con el juez André Bouchard a la cabeza y el despacho de abogados Skadden con Robert Pincus como administrador judicial ha mermado la credibilidad del sistema judicial del Estado y ha impactado negativamente en su percepción pública.
Al cambio de rumbo en el caso TransPerfect decretado por la autoridad judicial del estado se une la visión de los expertos y asociaciones ciudadanas que consideran que este bufete podría haber articulado prácticas de facturación poco éticas durante la gestión del caso.
Métodos opacos
En este sentido, el prestigioso abogado especializado en disputas de honorarios legales y miembro del Professional Responsibility Committee del New York City Bar, David H. Paige, ha descrito las prácticas de Skadden como “el cobro continuado de altos importes por servicios objetables, unido a tarifas injustificadamente altas, ineficiencias y falta de transparencia”.
Por su parte Chris Coffey, director de la plataforma Citizens for a Pro-Business Delaware ha asegurado que “Skadden ha rechazado aplicar los mínimos estándares de transparencia amparado en un sistema judicial que invita a prácticas opacas y que a menudo deja a Skadden actuar a placer”. Coffey ha concluido señalando que la asociación que representa seguirá “exponiendo el comportamiento reprobable y poco ético de Skadden Arps hasta que los tribunales les impongan las responsabilidades que los empleados de TransPerfect merecen ".