El sector financiero ha arrancado el año bursátil como un tiro tras un 2020 para olvidar debido a la presión inversora por la crisis del coronavirus. En apenas siete jornadas que han transcurrido desde el inicio de 2021, las entidades financieras se sitúan entre los mejores valores del Ibex 35 y han logrado engordar su capitalización bursátil más de 10.000 millones de euros. Todo ello, en medio de una nueva oleada de rumores sobre operaciones corporativas.
A este ambiente eufórico en torno a las entidades financieras españolas también contribuyen los numerosos informes que la banca de inversión ha publicado en los últimos días, en los que se hace hincapié en que la consolidación en el sector aún no ha finalizado y vuelven a examinarse las posibles combinaciones entre los bancos que aún no han participado en el proceso.
Banco Sabadell, en cabeza
Los cinco valores del Ibex 35 que más se han revalorizado en lo que va de año son bancos. Pero lo que llama aún más la atención es que todos ellos registran alzas globales superiores al 10% en las pocas sesiones que han tenido lugar en 2021.
De nuevo, como ya sucediera durante el pasado ejercicio, buena parte de los focos se sitúan en Banco Sabadell, el más destacado del curso recién inaugurado, con un avance del 17%.
Transición
Bien es cierto que la entidad que también fue la más castigada en 2020, lo que hace que su precio sea especialmente atractivo a la hora de tomar posiciones. Sin embargo, los expertos destacan que los valores relacionados con el turismo, como hoteleras y aerolíneas, fueron igualmente penalizados por el impacto del Covid-19 en sus negocios, sin que hayan mostrado una reacción similar con el cambio de año.
Tras la ruptura de las negociaciones para una eventual fusión con BBVA, el mercado ha vuelto a apostar por la entidad que preside Josep Oliu como próximo protagonista de operaciones corporativas, pese a encontrarse en un periodo de transición, con la llegada del nuevo consejero delegado, César González-Bueno, y su nuevo plan de futuro, que prevé presentar en el transcurso del trimestre.
A precios de fusión
Curiosamente, Banco Sabadell cerró la sesión de este martes en precios muy similares a los que registró tras admitir oficialmente que negociaba una fusión con BBVA, a mediados del pasado noviembre.
El último informe donde esta entidad aparece señalada como actor principal de una posible operación de fusión se conocía en las últimas horas y llevaba la firma de JP Morgan. El documento apuntaba a Santander como posible compañero de baile.
Efecto contagio
Precisamente, el banco que preside Ana Botín también se encuentra entre los destacados de este fulgurante inicio de año, con avances superiores al 12%. En principio, la entidad se ha autodescartado en el proceso de consolidación y ha puesto el objetivo en avanzar tanto en ahorro de costes como en digitalización, los dos pilares que sostienen el notable ajuste de plantilla que lleva a cabo en España, que supondrá el cierre de algo más de 1.000 oficinas y la marcha de unos 3.500 trabajadores.
Sin embargo, el mercado no deja de ver al banco cántabro como una opción más que razonable para volver a protagonizar una operación de este tipo. Tras el verano, lo hicieron Caixabank y Bankia, que igualmente se han visto beneficiados por la tendencia alcista del sector y encaran la recta final de su fusión con alzas del 12,3% y del 11,5%, respectivamente, desde que se inició 2021.
El BCE allana el camino
Aunque BBVA es el único que se desmarca algo de la tendencia mostrada por el sector, su comportamiento en el parqué también ha sido notable, con una revalorización del 5,5%, que supera con creces a la que acumula el Ibex 35 en el mismo de periodo, de poco más del 3%. No son pocos los que apuntan a que el banco volverá a intentar la unión con el Sabadell, aunque todo dependerá de cómo gestione este último la evolución de su estrategia dirigida, en principio, a caminar en solitario y centrado en el mercado doméstico.
Al sector también la han sentado bien las noticias que llegan del área de supervisión del Banco Central Europeo (BCE), dispuesta a relajar las exigencias de capital a las entidades financieras en el caso de que acometan esas fusiones que tanto se están impulsando desde el regulador.