Los trabajadores que han estado afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) tendrán que hacer frente a un nuevo problema en 2021: la declaración de la Renta. El motivo está en que la prestación se ha asignado para la mayoría de ellos sin ningún tipo de retención y que, al tener dos pagadores, se reduce el umbral de obligatoriedad. Así las cosas los afectados tendrán que pagar unos 1.000 euros a Hacienda.

 

Cuando realicen la campaña de la Renta 2021, la mayor parte de los afectados por un ERTE se encontrarán al final del proceso con que el resultado les sale a pagar. Según datos del Registro de Economistas Asesores Fiscales (Reaf), un trabajador que haya ingresado 15.764 euros de su empresa y haya recibido otros 4.392 euros de ERTE durante el estado de alarma —el 100% entre entre marzo y junio—, tendrá que pagar 1.322 euros a Hacienda.

Aquellos que hayan ganado 20.000 euros y hayan recibido otros 4.392 del SEPE tendrán que pagar 1.026 euros. En el caso de los sueldos entre 40.000 y 60.000 euros, si han recibido un ERTE completo, tendrán que devolver unos 1.240 euros.

Dos pagadores en un año

Las ayudas de los ERTE afectarán de forma especial a aquellos trabajadores cuyo sueldo esta por debajo de los 22.000 euros anuales y que hasta el momento estaban exentos de presentar declaración. Ahora, al constar dos pagadores, la empresa y el SEPE, el umbral baja hasta los 14.000 euros.

No obstante, si la cantidad recibida por el segundo pagador no supera los 1.500 euros y la suma de los ingresos está por debajo de 22.000 euros, no existe obligación de presentar declaración. Sin embargo, para aquellos trabajadores que se hayan visto afectados por un ERTE durante los cuatro meses del primer estado de alarma, la cantidad recibida ha sido mayor por lo que sí tendrán que resolver sus obligaciones tributarias.