La Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) ha registrado dos emisiones de bonos por un valor conjunto de 23.800 millones de euros, que destinará a afrontar los próximos vencimientos de deuda que, por esta cantidad, están fijados al cierre de 2020.
La operación supone refinanciar cerca de dos tercios de la deuda que el comúnmente conocido como banco malo mantenía tras el cierre del primer semestre del actual ejercicio, y que asciende a algo más de 35.000 millones de euros.
Aprobada a comienzos de mes
De acuerdo con el folleto de las emisiones registrado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la operación fue aprobada por el consejo de la entidad el pasado 4 de diciembre.
“La finalidad de las emisiones contempladas en el presente acuerdo es la amortización de los bonos Sareb Bonos Senior 2018-3 y Sareb Bonos Senior 2019-4, emitidos por la Sociedad el 14 de diciembre de 2018 y el 16 de diciembre de 2019, respectivamente”, reza el citado documento de registro.
Mecanismo de refinanciación
Como los anteriores, los nuevos bonos también cuentan con vencimientos a uno y dos años y presentan un tipo de interés resultante de la suma del Euribor a tres meses y un diferencial, aunque si el resultado es negativo se aplicará un tipo cero.
Constituida en 2012, la Sareb fue la entidad diseñada para asumir los activos inmobiliarios que la banca había acumulado en su balance como consecuencia del estallido de la burbuja. Se quedó los denominados activos tóxicos a cambio de la emisión de 50.700 millones de euros en bonos con vencimientos a uno, dos y tres años que refinancia de forma progresiva según llega la fecha de amortización.
Amortizar 15.000 millones
Durante estos años, Sareb ha sido capaz de amortizar algo más de 15.600 millones de euros de deuda. Esto ha sido posible gracias al mecanismo establecido en la creación de la sociedad, por el que un elevado porcentaje de la caja generada por las operaciones de venta de activos, el 92% en los primeros años, se ha destinado a la cancelación de esta deuda.
En los últimos años, el banco malo ha llevado a cabo emisiones de bonos, habitualmente en la recta final de los ejercicios, para amortizar la deuda con vencimiento más próximo. Sin embargo, el de 2020 era el más elevado de los que ha tenido que afrontar hasta la fecha.
Efectos de la crisis
De hecho, el total a amortizar en el ejercicio superaba los 27.000 millones de euros, aunque algo más de 4.000 millones correspondían a un bono con vencimiento a finales de febrero, por lo que su importe ya fue refinanciado antes de la llegada de la pandemia del coronavirus.
Precisamente, la crisis provocada por el Covid-19 ha hecho mella en el proceso de amortización de deuda debido a la ralentización sufrida por las operaciones de ventas de activos que otorgan a la sociedad los remanentes de tesorería con los que amortiza progresivamente su endeudamiento.