El Colegio de Economistas de Cataluña ha hecho público su apoyo a la posible subida del salario mínimo interprofesional planteada por el Gobierno. “En una situación como la pandemia, en la que hay heridas importantes en la sociedad catalana y española, dar un paso adelante de ir subiendo el salario mínimo es acertado”, ha señalado esta mañana Anton Gasol, degano de la institución.
Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, rechaza congelar el límite y se ha mostrado partidaria en las últimas semanas de impulsar un incremento salarial de cara al último año. El Ejecutivo central estudia la cuantía del aumento, pero en diferentes filtraciones a la prensa se ha tanteado una revisión discreta del 0,9%.
Mantener la productividad
Según el degano del Colegio, “no parece exagerado” que, a la larga, el salario mínimo “pueda llegar al 60% del salario medio”, en la línea de otros países. Sin embargo, también ha advertido de que estas revisiones deben llegar junto a otras medidas para que la economía no pierda competitividad.
“Este salario debería ir acompañado de mejoras en la educación que faciliten la integración de los jóvenes en el mercado laboral”, ha valorado el economista, que ha lanzado un toque de alerta sobre el nivel de capacitación de los jóvenes: “Para que mejore la productividad, debe mejorar la formación”.
El coste del Covid
En una rueda de prensa de valoración económica, Gasol también ha pedido a las administraciones que eliminen los impuestos a los sectores afectados por las medidas de prevención de contagios de coronavirus. El degano ha propuesto la “suspensión temporal de todos los gravámenes de aquella actividad que esté suspendida”, especialmente si lo está “por imperativo legal”.
En estos casos, el Colegio apuesta por congelar las cotizaciones de autónomos, el pago del IBI o la reclamación de deudas por parte de la Agencia Tributaria, pero también los alquileres y las facturas de luz, agua y gas. Además, Gasol ha defendido la creación de un fondo de solvencia para autónomos y pymes, cuya dotación presupuestaria ha estimado en “unos 30 o 40.000 millones de euros”. Este permitiría “preservar la continuidad de actividades que eran viables antes y serán viables después de la pandemia”.
Empobrecimiento masivo
Otro dato que preocupa al Colegio es el “empobrecimiento generalizado de un 11 o 12% del PIB”, una cantidad equivalente a todos los fondos de recuperación europeos a los que España puede optar. Pero “si se comparte entre toda la sociedad, este empobrecimiento será más fácil de superar”.
Por eso Gasol considera que no se puede permitir que las empresas de los ámbitos productivos más impactados por el Covid carguen con todos los costes. En los casos de más afectación, como la cultura, ha reclamado que se les proporcione “como mínimo” el ingreso mínimo vital para evitar un empobrecimiento mucho más acusado en estos sectores.
Pesimismo económico
El Colegio de Economistas también ha presentado los resultados de su encuesta de percepción económica de este otoño: un 70% de los economistas consultados afirman que la realidad de la economía será peor el próximo año que la contemplada por los recientemente aprobados presupuestos generales del Estado.
La encuesta arroja además que todas las administraciones públicas (Gobierno, Generalitat y municipios) suspenden en la gestión de la situación, y lo único que “abre una ventana de esperanza” son los fondos de recuperación de la Unión Europea. La mayoría de los economistas coincide en su importancia para el futuro económico de Cataluña, pero desconfía de su transparencia y sobre todo de su transversalidad para llegar a todos los sectores y empresas afectados, un elemento que el Colegio define como “primordial” para que su aplicación sea exitosa.