Colas en El Pertús, en La Junquera, en Irún. En la frontera, en el País Vasco y en Cataluña. ¿Qué indica esa afluencia de ciudadanos franceses delante de estancos y comercios para comprar tabaco y bebidas alcohólicas? Esa imagen ilustra el problema de España y el riesgo de que para salir de la crisis provocada por el Covid-19 se ahonde en el modelo ‘low cost’ en el que está instalado. La expresión la pronuncia el catedrático emérito de Economía Aplicada de la UAB, Josep Oliver: “España es un país adicto a un modelo low cost”. Y el problema es que, justo ahora, no puede plantearse muchos cambios, a corto plazo.
Vayamos a la cola de El Pertús. El sector de la restauración representa un 6,5% del PIB en España, tres veces más que en los países centrales de la Unión. Y el IVA que soporta es mucho menor que la media europea, el 10%, y también los impuestos sobre el tabaco y el alcohol. En Francia una cajetilla de tabaco se vende sobre los diez euros, por casi la mitad en España. Para Oliver es ilustrativo: “Deberemos creer en un cambio de modelo productivo cuando esos impuestos sean más altos, no digo un 23% como en Dinamarca, pero sí sobre un 18%, por ejemplo, en la hostelería”. Es decir, los precios y los impuestos en España sobre esos servicios y productos “muestran que se ha optado por un modelo, que se subvencionan, fiscalmente, unos determinados sectores”.
Periodo | Total | Indefinidos | Temporales | %Indefinidos | %Temporales |
2019 (ene-oct) | 19.007,7 | 1.848,7 | 17.159,0 | 9,7% | 90,3% |
2020 (ene-oct) | 13.138,1 | 1.305,6 | 11.832,5 | 9,9% | 90,1% |
Variación absoluta | -5.869,6 | -543,1 | -5.326,5 | ||
Variación relativa (%) | -30,9% | -29,4% | -31,0% |
Tabla 1. Evolución del número de contratos por duración del contrato (datos en miles) / UGT
¿Puede cambiar? El modelo productivo en España está en cuestión desde hace muchos años, y, pese a los intentos y la retórica utilizada, los datos se repiten, con altas tasas de paro cuando llegan las crisis, y con la creación también rápida de trabajo en el momento del ascenso económico. Pero lo que está en juego ahora, como apuntan los expertos, es una revolución en ciernes, provocada por la pandemia, que lleve a precarizar más esos puestos de trabajo, en ese nicho del sector servicios, pero también en sectores con más valor añadido. Por ahora, a lo largo de este año se ha producido un cierto equilibrio. A lo largo de 2020 se han realizado seis millones de contratos de trabajo menos, lo que equivale a una reducción del 31%. En el caso de los contratos indefinidos, la caída ha llegado al 29,4%, mientras que la disminución de los temporales –ante el parón de la actividad—se ha reducido algo más, en un 31%. Con ello, la tasa de temporalidad se ha reducido mínimante, según los datos que maneja el sindicato UGT.
¿Precariedad para ingenieros?
El economista Antonio González, ex secretario general de Trabajo, asume el riesgo de que la tasa de temporalidad pueda ser más alta a medio plazo, tras el enorme choque que provocará la pandemia, pero quiere diferenciar las causas. “Lo que va a tener España es una oportunidad, porque en sólo dos años, de los tres en los que se recibirán fondos de la Unión Europa, llegarán 50.000 millones de euros, entre 2021 y 2022 y eso debe servir para un salto en el modelo productivo”. Sin embargo, y ese es el escollo que guarda relación con el poder político, “la posible mejora en la calidad de los empleos no generará mayor certidumbre o contratos más estables por sí solos sin un cambio en la regulación, sin entrar en cómo debe actuar el mercado laboral”. Y eso dependerá de las medidas que tome el Gobierno, pero también la Unión Europea.
Periodo | Total | Tiempo completo | Tiempo parcial | %Tiempo completo | %Tiempo parcial |
2019 (ene-oct) |
19.007,7 | 12.204,4 | 6.803,3 | 64,2% | 35,8% |
2020 (ene-oct) |
13.138,1 | 8.968,6 | 4.169,5 | 68,3% | 31,7% |
Variación absoluta |
-5.869,6 | -3.235,8 | -2.633,8 | ||
Variación relativa (%) |
-30,9% | -26,5% | -38,7% |
Tabla 2. Evolución del número de contratos por duración de la jornada (datos en miles) / UGT
Es decir, los contratos temporales en España, tasados para situaciones muy específicas, se utilizan para otras necesidades empresariales. Y, con el mercado que se desarrolle o que se pueda mantener tras la pandemia, podría haber situaciones de mayor temporalidad todavía. “Puede haber contratos por obra, ya los hay ahora, pero que se generalicen y que afecten a profesionales de mayor valor añadido”, señala. Por tanto, temporalidad en la restauración, y temporalidad para ingenieros que trabajen durante unos meses en un proyecto concreto. La adaptación a las necesidades del mercado, en el día a día, puede llevar a esa situación, con una mayor inestabilidad para el conjunto de trabajadores.
Siempre con un 17% de paro de media
Salvador Guillermo, secretario general adjunto de Foment del Treball y el responsable del servicio de estudios de la patronal, entiende que esa evolución dependerá de “cada sector”, y no tiene por qué generalizarse. Guillermo no ve a medio plazo que se intensifique una precarización laboral, pero sí una “adaptación” tanto del profesional como del emprendedor-empresario. No se duda, en todo caso, del carácter casi revolucionario del escenario post-pandemia, porque ningún ámbito económico quedara inmune, sólo en algunos nichos y que dispongan de un gran músculo financiero.
Pero volvamos a El Pertús. Josep Oliver insiste, con una cajetilla de tabaco en la mano. España acumula una media del 17% de paro desde 1980, con picos como el del primer trimestre de 2012, con el 26,9%. Ahora, con el 17% y con la previsión de acabar el año cercano al 18%, y con el 19%-20% en 2021, según las previsiones del Banco de España. Y el trabajo temporal en muy pocas ocasiones ha bajado del 25%.
Atracción de inmigrantes, por el modelo productivo
La paradoja es que para absorber ese paro de forma más rápida, se deberá mantener el mismo modelo productivo, aunque el discurso oficial, alentado por las autoridades de la Comisión Europea, sea que gracias a los fondos de reconstrucción se debería evolucionar hacia otro modelo. “Se debe elegir, o disminuir más lentamente el paro, ganando en productividad, o seguir igual, y mantener esa adicción al low cost”, asegura Oliver, en un foro promovido por el colectivo Economistas frente a la crisis.
Y aparece otro problema, que también se deriva a partir de esas colas de El Pertús. Si el modelo pasa por puestos de trabajo de menor valor añadido, del sector servicios, como la restauración o la venta de productos con una diferencia impositiva importante respecto a otros socios europeos, se atrae inmigración que puede tener unos altos costes sociales a corto y medio plazo. El 28% de puestos de trabajo netos en toda la Unión Europea entre 2013 y 2019 los ha aportado España. Y de ellos, el 70% los han ocupado inmigrantes, entre 2018 y 2019, por el efecto atracción. ¿Ese es el modelo que busca España? Es el que tiene, y que podría seguir, de nuevo, con una mayor precarización, para poder salir, precisamente, de la crisis, siguiendo las advertencias de Josep Oliver.