Joan Canadell, presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, quiere seguir al frente de la institución a pesar de su creciente vinculación con Junts. El empresario independentista ha decidido dar el salto a la política al presentarse a las primarias del partido de Puigdemont, pero se niega a dimitir de la presidencia de la cámara y no decidirá si la deja hasta después de los comicios catalanes del 14 de febrero.
“Después de las elecciones, dependiendo de los resultados, ya decidiría si dimito definitivamente o si alargo hasta junio”, fecha en la que está previsto su relevo. Incluso ha dejado abierta la puerta a seguir controlando la Cambra aún siendo diputado de Junts: “Si yo estoy en el Parlament en la oposición, hay una posibilidad de que yo continúe vinculado a las cámaras; si soy diputado del Govern, será más difícil”, ha expresado en una declaración institucional después de que se haya filtrado un audio en el que revelaba que podría seguir como vicepresidente de la organización si es diputado.
Dudas jurídicas
Lo único que podría impedir a Canadell tener un pie en la dirección de la Cambra y otro en la política sería que la ley se lo impida. “Enviaré una carta a la entidad tutelante para preguntar si hay incompatibilidad entre ser miembro del Consejo General de Cámaras de Cataluña y candidato y diputado”, ha avanzado.
Solo en este escenario renunciaría al cargo en la Cambra, ya que en caso de incompatibilidad priorizaría su naciente carrera política. Por ahora se limitará a delegar sus funciones, y lo que sí tiene claro es su intención de recuperarlas si no es elegido en las primarias o posteriormente en las elecciones, a pesar de su implicación en una campaña electoral. El empresario ha esgrimido el precedente de Joan Horaci Simó, que presidió la Cambra de Comerç de Lleida mientras era parlamentario de CiU.
El candidato imparcial
Preguntado por la prensa sobre si su candidatura puede dar una imagen partidista a su equipo directivo, Canadell ha remarcado: “Yo voy como simpatizante, no tengo afiliación”. Sin embargo, ha admitido que sí militó en el pasado en otros dos partidos independentistas: Esquerra Republicana y Reagrupament.
“No soy ni de izquierdas ni de derechas”, ha dicho Canadell, que ha argumentado que “hay muchas cosas de la CUP en las que estaría de acuerdo”. Sin embargo, no ha perdido la ocasión de alabar a su nuevo partido: “Es el que responde mejor a la idea de que la independencia la podemos hacer mejor si vamos todos juntos”.
Una Cámara “neutra”
Mònica Roca, que relevará a Canadell en sus funciones, también ha acudido en defensa de la “neutralidad de la Cambra”. Ha asegurado que para formar parte de la dirección actual del órgano no se han preguntado nunca de qué partido eran.
“Cada uno de nosotros puede tener una afinidad con los diferentes partidos”, eso sí, “siempre dentro del independentismo”. “La Cambra es neutra, querría remarcar esto”, ha insistido Roca, que ha intervenido desde la sede con un lazo amarillo y un collar con una estelada.
Proteger la institución
Durante su aventura política, Canadell ha aclarado que seguirá trabajando con su equipo, pero no acudirá a actos institucionales. Una decisión que ha tomado para que no se pueda decir que está "utilizando la institución para hacer campaña política”, algo que ha negado durante su intervención.
Es más, ha querido dejar claro que no es la Cambra quien se presenta a las elecciones, sino que ha sido una “decisión a título individual” la que le ha llevado a meterse en política a él y a tres miembros más de su equipo: Roser Xalabarder, Mònica Masramon y Carles Valls.