La entidad resultante de la fusión por absorción de Bankia por parte de Caixabank generará ahorros de costes e ingresos extra por una valor cercano a los 1.100 millones de euros a partir del año 2023, el segundo que completará como banco único.
Los tiempos duros que vive el sector y que amenazan con ir mucho más allá de la crisis del coronavirus obligan a presentar una operación que dará lugar al primer banco de España por volumen de activos como el mejor de los escudos para afrontar el futuro a medio y largo plazo. Así fue el mensaje que el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, envió a los accionistas de la entidad en la que probablemente fue la última junta del banco, la que dio el visto bueno a la fusión con Caixabank y que tuvo lugar este martes en Valencia.
Sinergias, capital, eficiencia...
Con el transfondo de una maniobra que genera un “campeón nacional” en el sector, una entidad con un volumen total de activos de más de 660.000 millones de euros (equivalente al 53% del PIB de 2019 y al 60% del de 2020 si se cumplen las previsiones recogidas en el último cuadro macro del Gobierno) y con una cuota de mercado del 25% en el país, conceptos como beneficios, dividendos y crecimiento aparecieron de pasada en el discurso de Goirigolzarri. Ganaron protagonismo otros como sinergias, ahorros, colchón de capital, eficiencia...
Así, la consecuencia principal de los ahorros e ingresos extra que obtendrá el nuevo Caixabank a partir de 2023 será el refuerzo de la ratio eficiencia actual de Bankia en ocho puntos porcentuales. El nuevo banco presentará un colchón de capital de hasta 310 puntos básicos por encima de lo exigido por el Banco Central Europeo.
Entorno hostil
Los accionistas deberán acostumbrarse a escuchar con mayor frecuencia estos términos a partir de ahora.
En su previsiblemente último discurso ante los propietarios de Bankia, el ejecutivo no ocultó que la operación responde a la voluntad del consejo de administración de dar un paso adelante antes de que un entorno financiero forjado por los tipos de interés negativos, los valores en libros por debajo de los costes de capital y el desafío de la creciente digitalización se echaran encima de la entidad.
Poder elegir socio
Y esa anticipación le ha permitido algo tan importante como elegir socio, compañero de viaje para tan dura travesía. “La anticipación permite una mayor opcionalidad”, señaló en la capital del Turia.
Ser más grandes, más robustos y más sostenibles desde el punto de vista de la rentabilidad con el fin de parar un impacto que amenaza con ser aún mucho mayor. “El mercado está descontando que no tendremos tipos positivos en el área del euro hasta mediados de 2027”, apuntó Goirigolzarri.
Crear valor
De ahí que ahora, para los bancos no sea tan importante ganar dinero como la forma de hacerlo. Por eso la importancia de los ahorros y las sinergias a la hora de valorar la fusión con Caixabank y las cifras que arrojará la operación en términos de solvencia y, sobre todo, de eficiencia. Los grandes números en la cuenta de resultados van a resultar algo más complicados. No obstante, el presidente de Bankia fue tajante a la hora de responder a un accionista que le interrogó con vehemencia si la fusión con Caixabank va a crear valor: “Sí, no tengo duda”.
El próximo jueves, será la junta de Caixabank la que apruebe la operación. También en Valencia. A partir de entonces, turno para la burocracia y las pertinentes autorizaciones del Ministerio de Asuntos Económicos y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.