Endesa pondrá en marcha un plan para invertir 25.000 millones entre 2021 y 2030 con la intención de captar fondos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y del plan de recuperación europeo por la crisis del coronavirus. La hoja de ruta contempla la aceleración de la descarbonización y que la producción libre de emisiones alcance el 80% a final de la década.
El 40% de las inversiones se destinarán al aumento del parque renovable, que alcanzará 10.000 MW adicionales a cierre de este año. Otro 40% irá a la red de distribución, que elevará la base de activos regulados de redes hasta los 13.000 millones. El plan también contempla un mayor impulso a la producción libre de emisiones de CO2 que el que se había proyectado hasta el momento y la compañía espera que esta alcance el 80% antes de 2030.
Fin del carbón
Endesa detallada la aceleración en el cierre del carbón, en línea con su matriz Enel, de modo que haya cesado todas sus operaciones en ese segmento en 2027. La empresa también planea un incremento de sus inversiones hasta 2023 y alcanzar los 7.9000 millones de euros.
Este nuevo plan reportará un beneficio bruto (Ebitda) un 10% superior al actual y alcanzar los 4.300 millones para 2023. Enel Green Power España, la filial de renovables de Endesa, doblará su aportación al Ebitda desde 300 millones a 600 millones en los próximos tres años. Otros 100 millones adicionales de Ebitda procederán del negocio de distribución.
En lo que respecta a la política de dividendo, el grupo ha confirmado un payout del 100% en 2020, del 80% en 2021 y del 70% en 2022, extendiendo este porcentaje del 70% a 2023. La energética ha destacado que "adapta así su política de dividendo a un perfil de crecimiento mucho mayor derivado de este plan estratégico".