Habrá más operaciones a través del comercio electrónico, pero el gasto será inferior al del año pasado. Es la previsión para un Black Friday que, pese a ser el inicio de la campaña navideña, acusará una economía golpeada por la pandemia y la cautela de los compradores por la incertidumbre sobre los próximos meses. Así las cosas, las grandes marcas echarán el resto con jugosos descuentos para impulsar los números en los dos meses más importantes del año y tratar de salvar un 2020 lastrado por las restricciones y la bajada de asistencia a las tiendas.
Como suele ser ya tradicional, muchas grandes cadenas han adelantado varios días los descuentos, sin ceñirse a la fecha original que este año coincide con el 27 de noviembre, último viernes del mes. Durante este periodo, el 40% de la población aprovechará las rebajas y realizará compras, según un informe de Google. Con todo, se prevé un cliente "prudente, previsor y conectado”, que tratará de evitar las tiendas físicas.
Nuevos hábitos de consumo
Pese a la predisposición por gastar, el presupuesto que se destinará a estas rebajas será un 10% inferior al del año pasado y quedará en los 128,20 euros de media. No obstante, la mitad de los compradores no tienen pensado gastar más de 100 euros, según un análisis realizado por el comparador iAhorro.
El nuevo contexto pandémico deja nuevos hábitos de consumo más allá de la preferencia de comprar por internet, en torno al 70%, según varios análisis. Se trata de aquellas personas que por la inestabilidad económica han postergado compras a la espera de aprovechar estos descuentos y quienes optan por darse un capricho para “compensar” el estrés causado por la alerta sanitaria.
“El grado de frustración acumulado, las limitaciones sanitarias alargadas en el tiempo que no terminan de resolverse, los momentos críticos sufridos... todas estas situaciones pueden orientar al consumidor hacia la compensación y la sensación de merecimiento”, detalla la profesora colaboradora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, Neus Soler.
De hecho, las reclusiones en casa para combatir el virus han provocado que tras la moda (32%) y la electrónica (26%), los muebles y otros elementos para el hogar sean una de las categorías con más demanda y concentren el 10% de las nuevas compras.
"Precariedad extrema" en el empleo
El contrapunto a una campaña de Black Friday a medio gas lo han puesto los sindicatos que han alertado de la “precariedad extrema” que generan este tipo de rebajas. Desde UGT han denunciado que “este modelo de negocio basado en el consumo masivo se sustenta en la precariedad laboral y la evasión de impuestos”, al tiempo que “arrasa con los derechos laborales y sociales”.