El sector inmobiliario catalán empieza a sacar cabeza tras dos trimestres consecutivos marcados por el Covid-19. Según el informe trimestral del mercado inmobiliario elaborado por las API catalanas, las compraventas recuperaron su vitalidad entre julio y septiembre de 2020.
En concreto, Cataluña registró 15.186 operaciones durante este periodo, lo cual supone un incremento trimestral del 17,06%. En la provincia de Barcelona se registraron 9.871 transacciones, un 65% del total, seguida de Girona, con 2.296 compraventas (15,12%), Tarragona, con 2.249 operaciones (14,80%) y Lleida, con 770 transacciones (5,08%) Pese a ello, el acumulado interanual de contratos se ha estancado en 66.737, con una reducción del 18,63% respecto a las registradas en los doce meses precedentes.
Estabilidad en los precios
En cuanto a la modalidad preferida por los ciudadanos, se detecta un mayor ajuste en la vivienda usada frente a un descenso más moderado en la vivienda nueva. Sin embargo, ambas repuntan respecto al trimestre anterior: en vivienda nueva el 32,12% y en vivienda usada el 14,22%.
Respecto al precio, el informe de los API muestra un valor medio de una vivienda en la comunidad de 202.711 € (2.233 €/m2), una cifra que afianza al alza la estabilización de este indicador. La ciudad de Barcelona ha mantenido una cierta estabilidad de los precios, que se acercan a los máximos contabilizados en 2009. El precio medio de venta en la metrópolis alcanza los 352.798 euros, mientras que en la provincia de Barcelona se sitúa entorno de los 330.000 euros. Por contra, el precio en otras zonas se mantuvo por debajo de la marca metropolitana: en Girona el nivel medio fue de 190.781 euros, en Tarragona, de 119.190 euros y en Lleida, de 109.384 euros.
Cambios de comportamiento
Los autores del estudio han registrado dos cambios importantes en el comportamiento de los compradores. Por un lado, la progresiva preferencia por núcleos urbanos menos poblados y más abiertos y, como contrapartida, la notificación de un mínimo histórico en el peso de los pisos. Los grandes beneficiados de este cambio de comportamiento han sido las viviendas unifamiliares, sobre todo las promociones más nuevas y con más superficie.
Así, la superficie media de compraventas de vivienda nueva libre ha sido de 101,13 metros cuadrados, mostrando una ligera evolución ascendente y alcanzando máximos históricos en vivienda nueva libre y vivienda usada.
Horizonte incierto
Luis Fabra, consejero delegado de la firma de análisis Gamerin, considera que estos brotes verdes se deben a que "durante todo el tercer trimestre se ha podido operar con cierta normalidad dentro de la toma de decisiones del mercado inmobiliario". En conjunto, las API catalanas observan una moderación generalizada en el sector con una ligera corrección a la baja de los precios.
Con todo, la ejecutiva ha advertido de que esta tendencia no tiene por qué prolongarse hasta finales de año. "Estamos ante una tesitura en que la crisis sanitaria condiciona la realidad económica y esto determina el comportamiento nuestro mercado", reconoce. Ahora hay brotes verdes, pero el mercado está sujeto a la volatilidad de la pandemia.