Nuevo rifirrafe entre Port de Barcelona y el Ayuntamiento de la Ciudad Condal a propósito del incremento de la contaminación en el municipio. La presidenta de la autoridad portuaria, Mercè Conesa, ha rechazado la reducción de la actividad que plantea el Consistorio, al que ha exigido lealtad como parte integrante del órgano de gobierno de la entidad que gestiona la infraestructura.
Durante un coloquio online organizado por Executive Forum, Conesa ha desmarcado al puerto del aumento de emisiones de gases contaminantes que padece Barcelona y ha afeado el hecho de que desde el Consistorio que lidera la alcaldesa, Ada Colau, se le haya puesto sobre la mesa la posibilidad de un recorte en la actividad portuaria, que iría en detrimento de una entidad que, además, se ha visto notablemente impactada por la pandemia del coronavirus.
Uso del vehículo privado
“Creo que las relaciones entre instituciones debe ser de lealtad”, ha apuntado Conesa, quien a continuación ha recordado que el Ayuntamiento cuenta con representación en el consejo de administración de la autoridad portuaria.
La presidente del Port de Barcelona ha vinculado el incremento de la contaminación en la ciudad con el aumento de la utilización del vehículo privado como consecuencia de la pandemia, por lo que ha instado al Ayuntamiento a obrar en consecuencia.
Sólo el 7% de emisiones
“Los rectores de la ciudad tienen que hacer sus deberes, que me consta que los hacen, y el Port tiene que hacer los suyos para lograr los objetivos”, ha señalado Conesa.
La máxima responsable de la autoridad portuaria ha asegurado que la actividad en la infraestructura tan sólo es responsable del 7% de las emisiones de gases contaminantes que registra en la actualidad Barcelona.
Plan estratégico
No obstante, uno de los objetivos del Port es reducir notablemente esta cifra. “Pero no lo va a alcanzar mediante una reducción de la actividad” sino con la introducción de sistemas para ser más eficientes desde el punto de vista medioambiental.
Conesa ha avanzado que, pese a las dificultades sobrevenidas de los efectos del Covid-19, Port de Barcelona acabará el año con cifras positivas “aunque no serán espectaculares”, y que a finales de año se aprobará el plan estratégico a cinco años, con el que pretende recuperar los tráficos perdidos con la pandemia y avanzar en terrenos como la digitalización y la transición energética.