La Cámara de Comercio de Barcelona pide ahora al Govern la reapertura de la restauración. Se suma así el organismo que preside el independentista Joan Canadell al resto de agentes sociales: Pimec, Foment del Treball, el Gremi de Restauradors, CCOO y UGT, que reclamaron la misma medida el pasado jueves, con sendos comunicados en los que reclamaban que bares y restaurantes pudiesen volver a levantar la persiana aunque fuese con restricciones.
Fue ese mismo jueves, 29 de octubre, cuando la Generalitat anunció la prórroga del cierre de locales otros 15 días más, hasta mediados de noviembre. Este lunes, según ha avanzado RAC1, es Canadell quien propone que el sector retome su actividad, con medidas de precaución como "un agente Covid en cada restaurante" que vele por el cumplimiento de las normas frente a la pandemia y que pueda "informar a los clientes" sobre las restricciones impuestas.
Pimec y Foment
La Cambra también plantea la instalación de mamparas entre comensales en algunos casos, y la delimitación del aforo de los locales "teniendo en cuenta cada espacio". Por su parte, la patronal de las pequeñas y medianas empresas sugiere una reapertura hasta el mediodía, para que las compañías puedan dar servicio de desayuno y almuerzo.
Así, Pimec alerta de que las medidas anunciadas y prolongadas el jueves por el Ejecutivo catalán tendrán un impacto directo sobre 65.000 empresas, 245.000 trabajadores y 70.000 autónomos. Foment, por su parte, tacha de "desproporcionado" limitar el comercio de los establecimientos de más de 800 metros cuadrados, así como el cierre de los centros comerciales. Y desde CCOO y UGT recuerdan la caída de ingresos que representa para un trabajador el permanecer en expediente de regulación de empleo (ERTE), pese a asegurar este su puesto de empleo.
1.800 millones de pérdidas
Y es que según la Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm), la restauración perderá 1.800 millones de euros al prorrogar otros 15 días su cierre.
Fecasarm cree que la Generalitat ha actuado de "mala fe" adoptando esta medida restrictiva para frenar contagios sin, a su juicio, ningún tipo de fundamento científico, "solo de cara a la galería". Sus empresarios se sienten "engañados" por el presidente del Govern en funciones, Pere Aragonès, quien se había comprometido a destinar los recursos necesarios para salvar los puestos de trabajo. Finalmente, los 50 millones más que ha destinado el Ejecutivo catalán resultan "insuficientes" para los agentes sociales.