Banco Sabadell se ha reunido este lunes con los sindicatos y les ha informado oficialmente de su plan de reestructuración, que recortará 1.800 puestos de empleo a través de bajas incentivadas y prejubilaciones a final del año, y que será financiado a través de la venta durante este año de una cartera de renta fija.
El plan de reestructuración prevé 1.800 bajas repartidas en 850 bajas de funciones administrativas, 450 bajas de funciones comerciales y 500 en centros corporativos y estructuras territoriales, con salidas previstas el 31 de diciembre de este año, es decir, de cara al inicio del primer trimestre, según informó CCOO.
El miércoles, nueva reunión
El sindicato, que cuenta con el 42% de la mesa, ha valorado "positivamente" que este plan. "De inicio, no tiene intención de aplicar un ERE y, por tanto, evitar cualquier medida traumática", apuntan.
Asimismo, ha detallado que desde la entidad "no han aportado ningún dato con contenido suficiente para valorar su efecto en la plantilla, como pueden ser las condiciones económicas que hay que negociar, su afectación territorial y otros contenidos "cruciales" para esta negociación. La próxima reunión será este miércoles, 5 de noviembre, y el sindicato confía en que la empresa financiera aporte ya "todos los datos necesarios" para abordar esta negociación con la máxima garantía.
Voluntariedad
CCOO ha exigido que este plan venga acompañado de medidas estructurales que garanticen la viabilidad y seguridad de la plantilla que quedará prestando sus servicios en Banco Sabadell, con el ajuste de su plan de digitalización.
En esta línea, ha reclamado el principio de voluntariedad para todas las salidas, un plan viable para el personal que continuará en el banco y tener toda la información de forma previa, con un calendario de reuniones eficaz.