Los hoteles catalanes se preparan para un cierre prolongado tras la aprobación del estado de alarma. Los primeros movimientos del sector están siendo prudentes a la espera de que se asienten las nuevas restricciones. Con todo, algunos importantes establecimientos de la capital catalana ya han decidido suspender su actividad.
Es el caso del emblemático Fairmont Rey Juan Carlos I. El activo operado por la cadena canadiense, tiene previsto dejar de alojar clientes el próximo 2 de noviembre. Fuentes internas aseguran que el mazazo de la nueva batería de medidas anti-Covid ha sido el detonante para tomar esta decisión.
Sin fecha de reapertura
El anuncio deja en la estacada a muchos clientes que habían contratado servicios con el hotel para lo que quedaba de año. Pero la dirección se justifica en que la nueva coyuntura no les deja más opción que cerrar hasta que se restablezca una cierta normalidad. Ni siquiera se atreven a adelantar una fecha de reapertura.
En este punto coincide con Santiago García-Nieto, presidente de la Confederació Empresarial d'Hostaleria i Restauració de Catalunya (Confecat). "Es evidente que con el panorama de la poca conectividad aérea y de las medidas tomadas en Cataluña, el resto de España e incluso en países vecinos como Francia, pensamos que la reactivación se retrasará mucho", confiesa a Crónica Global. El empresario barrunta que incluso la parálisis hotelera podría prolongarse hasta más allá de Semana Santa de 2021. "No se puede predecir", confiesa.
Barceló estudia el cierre
Más compañías podrían unirse a este cierre temporal en breve. Fuentes internas de Barceló presagian la clausura inminente de los cuatro estrellas que la cadena posee en la capital catalana. El primero que bajaría la persiana sería el ubicado en el corazón de la ciudad, en el barrio del Raval. El motivo, de nuevo, la complicada llegada de turistas en esta coyuntura y el hecho de que esta gama de lujo se nutre en parte de la actividad congresual y comercial reducida a la mínima expresión por el Covid-19.
Preguntado sobre esta cuestión, Antonio Bauzá, director de márketing y de comunicación de la marca, ha preferido mostrarse cauto y aguardar a la evolución de los indicadores sanitarios. "Dependiendo de esa evolución y de las medidas adoptadas por las autoridades, valoraremos la posibilidad de cerrar algún hotel", ha declarado.
"El cierre es un drama económico"
García-Nieto tiene claro que pintan bastos para un sector muy golpeado por la crisis sanitaria. "La mayoría de hoteles llevan cerrados desde el 13 de marzo, cuando se decretó el primer estado de alarma. Este es un drama económico con consecuencias muy difíciles de valorar", lamenta.
Para paliar la situación, el empresario tiene una receta infalible: "Ayudas, ayudas y ayudas". El portavoz de Confecat considera que las líneas de créditos no son suficientes para capear la recesión provocada por el Covid-19 y reclama la provisión de recursos directos a los propietarios como la mejor alternativa para salvar un sector clave en la economía española.