La crisis hará menguar el tamaño de la economía española en torno a un 5% al cierre de 2021. Esta es la previsión con la que cuenta a día de hoy Caixabank, cuyo consejero delegado, Gonzalo Gortázar, se ha mostrado relativamente optimista en torno a la evolución de la actividad en lo que resta de 2020, pese a las nuevas medidas restrictivas derivadas de la segunda oleada del coronavirus.
Gortázar ha valorado positivamente el dato provisional del PIB del tercer trimestre dado a conocer este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), superior a lo esperado por la entidad, y ha señalado que la cifra viene a confirmar que las previsiones de Caixabank para el conjunto del año, que apuntan a una caída del 12,5%, son “muy conservadoras”.
Crecimiento en el último trimestre
En la rueda de prensa para presentar los resultados trimestrales del banco, el ejecutivo se ha mostrado convencido de que el retroceso del PIB será algo menor de lo que indica esta previsión. Gortázar ha explicado que el servicio de estudios de la entidad espera un incremento del PIB en el cuarto trimestre del 1,4% en tasa intertrimestral. “Si se cumple, nuestra previsión para el conjunto del año se situaría en una caída del 10,6%”.
Pese a que los efectos de la segunda oleada puedan dañar el rendimiento de la economía en el último cuarto del año, Gortázar ha apostado por que el PIB cerrará con descensos inferiores al 12,5% previsto por Caixabank.
Aumento de la morosidad
No obstante, el consejero delegado ha considerado que, más allá de lo que suceda finalmente en 2020, lo importante es el comportamiento de la economía en el conjunto de este ejercicio y el siguiente, para lo que augura un descenso global del 5%.
Gortázar ha advertido sobre las dificultades que afronta el sector en general, y la entidad en particular, con vistas al próximo ejercicio debido a factores como el incremento de la morosidad.
Más provisiones
“El Banco de España hace muy bien en avisar de que vienen tiempos difíciles”, ha señalado en referencia al último informe de estabilidad publicado por el regulador. En este sentido, el ejecutivo ha destacado la postura prudente que está adoptando la entidad, que ha dotado 1.161 millones de euros en provisiones en lo que va de año. “Sabemos que la morosidad va a subir de forma notable en 2021 y por eso estamos haciendo estos esfuerzos, que están muy enfocados al próximo año”.
El ejecutivo se ha mostrado dispuesto a que el banco siga “haciendo hucha” para afrontar los riesgos derivados de los efectos de la crisis.