El consejero delegado del BBVA, Onur Genç, ha asegurado que la entidad no tiene en estos momentos necesidades de acometer operaciones corporativas, por lo que sólo dará el paso de participar en el proceso de consolidación del sector si surgen oportunidades que, a juicio del banco, creen valor para la entidad.
“Nosotros siempre nos basamos en la creación de valor; si vemos que no vamos a crear valor, no hacemos las operaciones”, ha apuntado al ejecutivo a preguntas de los periodistas sobre una hipotética fusión con Banco Sabadell con la que tantas cábalas se han hecho en los últimos meses.
Interés en España
Tras la presentación de los resultados trimestrales del banco, Genç ha desligado el hecho de no haber llevado a cabo un movimiento corporativo en España con un supuesto desinterés por el mercado nacional.
“Por supuesto que queremos hacer negocio en España, la prueba es que hemos logrado hacer 350.000 nuevos clientes aquí, lo que nos dará muchas oportunidades para trazar ofertas cruzadas de productos”, ha explicado. También ha asegurado que el criterio de creación de valor es aplicable a todo los ámbitos geográficos.
El difícil ahorro de costes
En este sentido, el consejero delegado de BBVA ha señalado que una fusión transfronteriza, como las que promueve el Banco Central Europeo (BCE), para que las entidades ganen tamaño y aguanten mejor los envites de la crisis, la competencia tecnológica y el escenario de tipos negativos, es difícil en estos momentos. “Uno de los objetivos de las operaciones es ahorrar costes y es complicado lograrlo con una entidad de otro país”.
En cuanto al futuro inmediato de BBVA, el consejero delegado ha descartado que tenga planes de ajuste de plantilla a gran escala a través de un proceso negociado. Con todo, ha admitido que seguirá redimensionando la plantilla, como hasta ahora, acorde con la "evolución del negocio bancario".
Reorientación de la plantilla
“Está claro que el negocio está cambiando, pero las plantillas siguen siendo muy necesarias. Lo que tenemos que hacer es adaptarlas a las nuevas necesidades de los clientes”, ha explicado.
El directivo ha apuntado que el cometido de los empleados de banca va a estar a partir de ahora más orientado a las labores de aseroría financiera, cada vez más demandada por los usuarios. “Alguien tiene que ayudar a los clientes a gestionar su dinero y eso sólo pueden hacerlo personas”. Genç ha reconocido que este cambio va a tener repercusiones en la dimensión de las plantillas de los bancos pero, en el caso del BBVA, “como ya está ocurriendo en estos últimos tiempos porque la operativa de bajo valor añadido se puede dejar en manos de la tecnología”.