El Port de Barcelona, cuya capacidad de captación como punto estratégico está fuera de toda duda, vive una fase de recuperación del tráfico que había perdido a raíz de la aparición del coronavirus. A causa de la pandemia tocó fondo en mayo, cuando el estado de alarma obligó a cerrar las fábricas, y ello se sumó a las dificultades que ya maniataban al sector, provocando entonces una caída del tráfico del 45,8%.
El balance de los primeros nueve meses es negativo, desde los pasajeros a los vehículos, pasando por las mercancías y los contenedores. Pero, en septiembre, las exportaciones lideraron la mejoría, reflejando el esfuerzo que realizan las industrias de su hinterland o esfera de influencia. El aumento de la actividad económica en los meses de verano ha tenido su reflejo en el incremento del tráfico de mercancías en los principales puertos del mundo, y Barcelona es buen ejemplo de ello.
“La caída en los primeros nueve meses del año fue solo del 8,8% en el caso de los contenedores destinados a importación y exportación”, destaca la autoridad portuaria. Los contenedores destinados a la exportación han superado durante este septiembre las cifras del mismo periodo del 2019. "Este dato positivo es especialmente relevante porque, por primera vez desde que estalló la pandemia del Covid-19, el Port de Barcelona ha conseguido alcanzar unas cifras de exportación precrisis". Así, a pesar de que el tráfico total de contenedores registra desde enero hasta septiembre una caída del 19%, con un movimiento de 2,6 millones de teus --unidades de medida de los contenedores--, los contenedores llenos de importación y exportación se mantienen en niveles similares a los del 2019.
El mercado oriental, clave
En este sentido, hay que destacar también que los contenedores de exportación han superado durante septiembre las cifras del mismo mes de 2019. Este dato positivo es especialmente relevante porque, por primera vez desde que estalló la pandemia, el Port de Barcelona ha conseguido alcanzar unas cifras de exportación similares a las de antes de la crisis.
La actividad con los países orientales ha registrado en los últimos meses una tendencia alcista que se refleja en el crecimiento de los fletes para estas zonas. Extremo Oriente y Japón se mantienen como los principales mercados para las mercancías que pasan por el Port de Barcelona. Gracias a la dinámica positiva de las ventas de productos agroalimentarios, especialmente cárnicos, el tráfico de contenedores con China ha alcanzado un incremento del 46,6% durante los últimos nueve meses.
Según el área de Agricultura y Pesca de la delegación del Gobierno en Cataluña, el 62,7% del total de las exportaciones españolas de carne y productos cárnicos parten desde Cataluña a terceros países, especialmente hacia China, que se ha convertido en su principal mercado. Turquía (16,2%), Arabia Saudí (14,2%) y la India (10,1%), se muestran también como los mercados más dinámicos en los primeros ocho meses del año.
42,4 millones de toneladas en nueve meses
La mayoría de tráficos del Port de Barcelona en septiembre muestran igualmente que poco a poco van reduciendo su diferencia con respecto a las cifras del mismo periodo del 2019, reflejando el impacto de la pandemia en el comercio internacional.
El tráfico total de mercancías en el Port de Barcelona durante los nueve primeros meses del año ha sido de 42,4 millones de toneladas, cifra que supone una caída del 18,4%. Los graneles sólidos han sumado 2,9 millones de toneladas, un 4,2% menos que el mismo periodo del año pasado, pero con cifras positivas en los tráficos del haba de soja, cemento, piensos y forrajes y chatarra, entre otros.
Por el contrario, a pesar de los buenos resultados del tráfico de productos químicos (4,3%) y de los aceites y grasas, los graneles líquidos experimentan un descenso del 24,4%, empujados por los hidrocarburos y muy especialmente por las bajadas de los tráficos de gasolinas y biocombustibles.