Cellnex entrará en Europa del Este con la adquisición de la mayoría del capital de la polaca Play, operador que tiene en cartera unas 7.000 torres de telecomunicaciones, tras una inversión de 800 millones de euros que financiará con caja disponible.
La compañía española pasará a controlar el 60% de Play, sobre la que su socio en Francia Iliad lanzó una oferta amistosa el pasado mes de septiembre. La operación lleva aparejada una inversión prevista de 1.300 millones adicionales por parte de los nuevos socios de Play para la construcción de 5.000 emplazamientos más en la próxima década.
Más de 73.000 antenas
Las estimaciones de Cellnex apuntan que el nuevo activo aportará un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 220 millones y un flujo de caja de 160 millones, una vez que se haya completado la operación inicial y el despliegue de las nuevas antenas.
De esta forma, la compañía que dirige su consejero delegado, Tobías Martínez, consolidará su posición como primera torrera independiente de Europa, con una 73.000 emplazamientos en el Viejo Continente. De ellos, el 90% está situado en países con una elevada calificación crediticia (A o superior).
6.000 millones en ventas
El cierre definitivo de la operación está previsto para el segundo trimestre de 2021, una vez que se obtengan todas las autorizaciones del mercado local. La transacción sigue el modelo acordado en su día con Iliad para la toma de control de los emplazamientos en Francia, donde Cellnex opera más de 13.600 torres.
En virtud del acuerdo alcanzado, Cellnex prestará servicios a Play por un periodo de 20 años, ampliables otros 10, lo que le asegura un volumen de ventas contratadas de 6.000 millones contratas, con lo que el grupo español ya totaliza 53.000 millones en este capítulo.
Mercado con potencial
Polonia representa la sexta mayor economía de la Unión Europea (tras Alemania, Italia, Francia, España y Países Bajos, todos ellos, salvo el primero, con destacada presencia de Cellnex), con una población de unos 40 millones de habitantes.
Se trata además del tercer mayor perceptor de fondos europeos de reconstrucción, tras España e Italia.