Iberdrola ha anunciado este miércoles la compra de la estadounidense PNM Resources, que opera en los estados de Nuevo México y Texas, por la que pagará 4.318 millones de dólares en efectivo (unos 3.660 millones de euros al cambio).
La transacción, que tiene carácter amistoso al contar con el acuerdo del consejo de administración de la compañía americana, se llevará a cabo a través de una fusión con Avangrid, filial de Iberdrola en EEUU, que se convertirá de esta forma en una de las grandes del sector en el país y en el tercer operador de renovables, con cerca de 11.000 megavatios (MW) de capacidad instalada.
40.000 millones en activos
Como es habitual en estos casos, el cierre de la operación está condicionado a la obtención de las autorizaciones regulatorias preceptivas por parte de las autoridades federales y estatales pertinentes, además del visto bueno de la junta de accionistas de PNM Resources. Su conclusión definitiva se espera en un plazo de 12 meses.
De acuerdo con datos proforma de 2019, la combinación de Avangrid y PNM dará lugar a una compañía con activos valorados en 40.000 millones de euros, con un resultado bruto de explotación (Ebitda) de unos 2.500 millones y un beneficio neto de 850 millones.
Una prima del 10%
El precio acordado por Iberdrola y el consejo de PNM representa una prima del 10% sobre el último precio de cotización de las acciones de la norteamericana en la Bolsa de Nueva York y de algo más del 19% en relación con la media del último mes. El órgano de administración de la empresa estadounidense ha aprobado la oferta y ha recomendado a sus accionistas que la acepten.
El valor de empresa implícito de PNM se va hasta los 8.300 millones de dólares ya que la deuda de la empresa estadounidense es de unos 4.000 millones de dólares, aproximadamente.
Impacto desde el primer año
Iberdrola ya cuenta con activos en Nuevo México y Texas; concretamente, la eléctrica que preside Ignacio Galán posee 1.900 MW de potencia instalada renovable, a los que hay que añadir 1.400 MW más en cartera.
La compañía espera un impacto positivo de la operación en sus resultados ya desde el primer año.
Octava operación
Con ésta son ya ocho las operaciones corporativas que ha realizado Iberdrola desde el inicio de la pandemia del coronavirus, en línea con su estrategia de adelantar las inversiones, en un año en el que prevé destinar más de 10.000 millones a este capítulo.
Anteriormente, durante el mes de septiembre anunció su salto al mercado japonés con tras la compra de la promotora local Acacia Renewables, con una cartera de proyectos eólicos marinos de 3,3 gigavatios (GW) de potencia.
Apuesta por Europa
Además, también se hizo con la empresa australiana de energías renovables Infigen Energy y acordó con la sueca Svea Vind Offshore AB (SVO) una opción de adquisición mayoritaria para el desarrollo futuro de la mayor cartera de proyectos de energía eólica marina en el país nórdico.
En mayo compró dos proyectos eólicos terrestres en Escocia, que suman 165 MW de capacidad y cuyo desarrollo implicará una inversión de alrededor de 190 millones de euros; y cerró la adquisición de la francesa Aalto Power por algo más de 100 millones de euros.