Indra ha iniciado las reuniones con los representantes de los trabajadores del grupo para ejecutar la necesaria reestructruación de plantilla con el visto bueno de los sindicatos. Como punto de partida, la compañía ha puesto sobre la mesa la cifra de 1.036 puestos de trabajo que se deberían amortizar en la filial de soluciones tecnológicas de la información (ISTI)
El objetivo del expediente de regulación de empleo (ERE) que se ha iniciado busca garantizar la viabilidad de la empresa con su viabilidad. ISTI cerró el ejercicio de 2018 con unas pérdidas de explotación de 24,8 millones de euros y de 20,7 millones de euros el ejercicio siguiente. Las pérdidas antes de impuestos alcanzaron los 23,3 millones en 2018 y se consiguieron limitar hasta los 12,9 millones de euros en 2019. Con todo, sin una revisión de los costes salariales no se podrá alcanzar el necesario equilibrio en las cuentas.
Resultados de 2020
En los seis primeros meses de 2020 los ingresos de ISTI cayeron el 1,6%, el margen operativo descendió un 67,2% y el resultado de explotación (Ebit) registró pérdidas de 61 millones de euros frente a un resultado positivo de 27 millones en los seis primeros meses de 2019.
En el conjunto del grupo Indra, los ingresos descendieron el 4% en el primer semestre, el margen operativo cayó el 58%, el Ebit reportado fue de -78 millones de euros frente a 79 millones positivos en los primeros seis meses de 2019 y las pérdidas fueron de 75 millones, frente a beneficios de 34 millones del primer semestre de 2019.
Cambios estructurales en la filial
Indra también arguye que la situación económica nacional e internacional ha acelerado el proceso de cambios estructurales dentro de la filial. Reconoce que se ha producido una "caída de demanda" en la práctica totalidad de los sectores que se ha acentuado en los últimos meses del ejercicio en curso. Esto coincide con una lantilla de ISTI en la que existen un "conjunto de perfiles" que impactan en los niveles de "eficiencia, productividad y competitividad" por su cualificación y/o por su nivel retributivo.
Por ello, los presentes en la negociación indican que el proceso de reestructuración que se ha iniciado propone amortizar casi el 8% de la plantilla total de la filial, compuesta por más de 13.000 empleados. A cierre de junio de 2020, la plantilla del grupo Indra era de 28.142 profesionales en España y 48.228 a nivel global.
Los mismos interlocutores aseguran que esta disminución de mano de obra llevará a una plantilla optimizada, ajustada en mayor medida al contexto del mercado. Se busca una mano de obra que pueda responder de forma más efectiva a las demandas de los clientes de los sectores en los que opera ISTI.
Plan de acción general de Indra
Indra anunció en julio, junto a los resultados del primer semestre de 2020, un plan de acción para superar sus actuales dificultades, adaptarse a las nuevas condiciones de mercado y de demanda, eliminar ineficiencias y mejorar su competitividad. Los principales ejes son la eficiencia en costes y la priorización de las inversiones y los recursos. Se basa en la gestión proactiva de la nueva demanda, el impulso de los ingresos, el aprovechamiento de sus capacidades tecnológicas y la aceleración de la transformación de sus operaciones.
Entre sus principales líneas de acción destaca la reducción de costes de no personal, la mejora de los procesos internos y nuevos modelos de trabajo, reorientar la inversión en gastos de capital (capex) y ajustes de balance, junto a la necesaria transformación de la plantilla.
Los cambios estructurales del mercado y de la demanda de los clientes han provocado el replanteamiento de la continuidad de algunos productos e inversiones basados en tecnologías antiguas, dada la previsible aceleración de la digitalización. Ello ha supuesto la realización de saneamientos de activos intangibles por 95 millones de euros en el segundo trimestre de 2020