La industria auxiliar encaja pérdidas millonarias por el 'cerrojazo' de la restauración

Así lo indica el consejero delegado de una de las cárnicas más conocidas del país. "Es pronto para evaluar el impacto. Por lo pronto, lo que tenemos es que hasta el miércoles entregábamos bien. A partir de aquel día tuvimos cancelaciones masivas de la hostelería en Cataluña. Y el jueves, solo devoluciones de producto", admite el ejecutivo. "Han cerrado restaurantes y bares, pero también grandes instalaciones como Port Aventura. Lo único que sobrevive es la restauración social, como hospitales o residencias", lamenta.

Kilos de carne a la basura

Este proveedor recuerda que el producto devuelto "no se puede reaprovechar o comercializar por otro canal", pues los grandes grupos tienen "controles de calidad y trazabilidad de producto". "Solo los pequeños, algunos almaceneros, pueden vender lo que se les retorna", matiza. Son, pues, "miles de kilos" de producto, en este caso carne, los que han terminado en la basura.

Imagen de un bar cerrado en Barcelona / EFE

Y a partir de ahora, ¿qué? Desde esta cárnica recuerdan que el canal de venta de hostelería "ya venía de una merma de ventas del 50%" por la pandemia. Con las nuevas restricciones en Cataluña, este departamento se quedará apenas con el 20% de operaciones. "Volvemos al estado de alarma", ha subrayado la misma fuente. El directivo alerta de que las pérdidas "ya son millonarias" e irán a mucho más "si el cierre dura más de 15 días".

"No sabemos qué hacer con los empleados"

Juan es responsable comercial de Delicias Lliçà. Este proveedor opera con restaurantes y bares de Barcelona y su conurbación y, como la gran cárnica, está perdido con el cierre de la restauración. "Nosotros somos una pyme con ocho trabajadores. Con el estado de alarma ya tuvimos que hacer un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Ahora, con estos 15 días, no sabemos qué hacer: los papeles los tiene la gestoría. Sinceramente, ella decidirá", reconoce.

La empresa de postres y helados elaborados recuerda que durante la primera ola de la pandemia tuvo que "tirar stock que el seguro no cubre". ¿Y ahora? "Aguantamos, de momento. Pero si la clausura se prolonga más allá del 30 de octubre, sí que tendremos afectación sobre el stock", avisa. "Hasta ahora, los pequeños hemos resistido gracias a los ERTE y los créditos ICO. Pero no aguantaremos restricciones más duras o prolongadas sin ayudas", desliza.

"No llegaremos a Navidad"

Carlos Díez es empresario, relaciones públicas y directivo del sector de food&beverage. Ha regentado sus propios establecimientos, ha trabajado para grandes marcas de cátering y ahora es independiente. "El cierre de la restauración es calamitoso. Golpea en el peor momento, cuando la industria comenzaba a asomar la cabeza tras un año de aciago", sostiene.

Un restaurador, durante una protesta contra el cierre del sector en Barcelona el viernes / EFE

El profesional tiene su propia lectura de la situación. "El cese gubernativo de actividad está pensado para salvar la campaña de Navidad. Pero es que, a este paso, no habrá restaurantes, bares ni proveedores que lleguen a las fiestas", alerta. Díez teme a la llamada mortalidad empresarial, que en el sector puede llegar al 40% o al 50%, según los cálculos hechos públicos por las patronales Gremi de Restauració de Barcelona y Fecasarm.

500 millones de pérdidas en proveedores

Precisamente, esta última organización empresarial ha recurrido el cierre de la restauración catalana al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). "El coste de la clausura en la industria auxiliar se sitúa en el 50% del impacto directo sobre bares y restaurantes: en torno a 500 millones de euros", explica Joaquim Boadas, secretario general del ente empresarial.

Boadas confirma que el sector "trabaja con plazos muy cortos" de abastecimiento, por lo que los vaivenes de la Generalitat de Cataluña con el parón de actividad "han dado al traste con la cadena de proveedores, provocando que se tengan que tirar miles de kilos de producto". Muestran su optimismo en que la justicia tumbe el decreto de la Generalitat. Con todo, la limitación de los derechos fundamentales para frenar la expansión de la pandemia en Cataluña ha pasado el primer corte en los tribunales.