“La próxima va a ser la mayor Navidad digital de la historia”. Así lo asegura el presidente de la patronal logística Uno, Francisco Aranda. El motivo, las restricciones de movilidad por el coronavirus que dificultarán acudir a las tiendas físicas y el asentamiento del comercio eléctrico en muchos hogares tras los meses de reclusión.
Sin embargo, lejos de lo que se pueda pensar, el huracán de demanda no vendrá acompañado de grandes contrataciones para reforzar las plantillas porque las empresas están “tocadas”.
Previsiones pesimistas
“Habrá un incremento del empleo pero no será espectacular porque las empresas están muy tocadas por la evolución del año y las incertidumbres sobre el futuro”, resume Aranda.
El año pasado, la patronal estimó que solo en el Black Friday se moverían 3,5 millones de paquetes y se necesitarían 8.500 repartidores adicionales que seguirían activos hasta pasada la campaña navideña. Esta vez las previsiones no son tan claras por la volatilidad de la situación sanitaria.
Tensión de la cadena de reparto
Lo que es seguro es que los meses de reclusión durante la pandemia tensaron la cadena logística y elevaron la actividad un 50% con respecto a 2019. Ahora el incremento es del 20%.
Pero ese mayor volumen de paquetes no repercute en mayor liquidez para las compañías: “Los ingresos no se traducen en beneficios. El gran palo ha sido la disminución a la mitad del tráfico de grandes mercancías entre empresas. El servicio a particulares es muy caro y cuando se multiplica en poco tiempo coge a las empresas sin la estructura adecuada para hacerlo eficiente”.
Limitación de servicios
Tanto es así que la estimación del sector es que para la campaña de Navidad los propios vendedores pongan límite a sus servicios con la intención de cumplir los plazos. De hecho, se espera un cambio de preferencia por parte del consumidor, que primará el tiempo para recibir el pedido en casa por encima de la marca.
Así las cosas, frente a los picos de años anteriores en periodos como el Black Friday, se observa un crecimiento elevado desde octubre que se mantendrá hasta final de año impulsado por el auge del comercio electrónico y los descuentos de las compañías para tratar de mejorar sus cuentas.
Pulir las devoluciones
Con todo, es de esperar refuerzos de personal con la llegada del Black Friday y la proximidad de la Navidad. Esta misma semana la firma de trabajo temporal Adecco anunció que buscaba 1.000 mozos y manipuladores textiles para uno de los centros logísticos de Inditex en Guadalajara. Solo en Cataluña el sector logístico representa el 13,9% del PIB y da trabajo a 170.000 personas, según un estudio de la firma pública Cimalsa.
Otro punto que las marcas tratan de pulir para ahorrar costes es el de la logística inversa, es decir, las devoluciones. “Los vendedores trabajan para evitarlas con descripciones muy completos de los productos dede su web”, detalla Aranda.