Vodafone España ha comunicado este jueves que António Coimbra dejará de ser consejero delegado a partir del 1 de noviembre y le sustituirá Colman Deegan. La empresa de telecomunicaciones también ha explicado que el actual CEO seguirá vinculado con la compañía y ocupará un puesto no ejecutivo.
El directivo, máximo dirigente de Vodafone Turquía, se incorporó hace más de dos décadas a la empresa de telecomunicaciones y casi siempre ha ocupado puestos en Tesorería en India e Italia, antes de convertirse en el máximo mandatario en el país otomano en 2016.
Papel relevante
“Coimbra continuará como presidente no ejecutivo de Vodafone España y tendrá un papel relevante durante todo el proceso de transición, ayudando a Colman a integrarse lo más rápido posible en las dinámicas de mercado y trabajando con él y con el comité de dirección en el ámbito de las relaciones institucionales y el desarrollo del negocio en Grandes Clientes y Administraciones Públicas”, ha señalado Vodafone en el comunicado en el que anuncia las nuevas decisiones adoptadas.
Durante los últimos cuatro años, en su cargo de CEO de Vodafone Turquía, ha desempeñado un "gran trabajo" acometiendo la digitalización de la empresa y “alcanzando los dos dígitos de crecimiento en ingresos por servicio”, subraya Vodafone.
Dura competencia
António Coimbra ha tenido que hacer frente a la dura competencia entre operadoras con líneas ADSL y fibra y la expansión de las líneas de teléfonos móviles, con unos márgenes muy ajustados debido a las ofertas agresivas del resto de compañías de telecomunicaciones. A su vez, el CEO de Vodafone también se enfrentó a la extensión del 4G y 5G, firmando diversos acuerdos con otras empresas del sector para hacer crecer su negocio en España.
Pero sin duda alguna, uno de los grandes retos de Coimbra fue la viabilidad y la competitividad en los paquetes convergentes. El hasta ahora CEO de Vodafone España decidió abandonar la puja por los derechos televisivos del fútbol en 2018 por el alto impacto que ocasionan en las cuentas de resultados y el escaso retorno que generan. Por eso, el directivo apostó por una televisión sin deporte y con contenido de cines y series.