El flamante presidente de Seat, Wayne Griffiths, que asumirá el cargo el próximo 1 de octubre se ha estrenado este martes ante los medios con motivo de la presentación del nuevo Cupra Formentor. Griffiths ha dibujado los principales retos a los que tendrá que enfrentarse como cabeza de la automovilística, que no son otros que abordar la electrificación de los nuevos modelos y la consolidación de Cupra como marca premium. El reto es mayúsculo si se tiene en cuenta la renovación que emprendió su predecesor, Luca de Meo, que dejó el puesto tras lograr los mejores resultados históricos de la firma.
“Seat y Cupra están en el mejor momento de la historia a pesar de los desafíos. Hemos hecho las inversiones necesarias”, ha asegurado Griffiths. El nuevo presidente, a diferencia de sus predecesores, es un hombre de la casa que ocupaba los cargos de vicepresidente comercial de Seat y consejero delegado de Cupra. De ahí que uno de sus objetivos sea dar un empujón a la producción de la filial, que en octubre pondrá en la calle el modelo Formentor.
Consolidación de Cupra
La hoja de ruta pasa por impulsar la marca con nuevos lanzamientos entre este año y el próximo. De hecho, el objetivo para 2021 será duplicar las ventas de Cupra y alcanzar una cifra de negocio de 1.000 millones de euros. También el segundo semestre de 2021 está marcado en el calendario para poner en la calle un modelo totalmente eléctrico. “Es el futuro de la marca y algo por lo que estoy luchando”, ha manifestado el inglés, que cuenta con una amplia trayectoria dentro del grupo Volkswagen.
Con los nuevos lanzamientos de Cupra, ahora el objetivo es abrir mercado “donde Seat no llega”. La marca salió al mercado en 2018 y desde entonces se han colocado 55.000 unidades, mientras que el año pasado aterrizó en Chile y Colombia. Ahora, Griffiths reconoce que hay interés por abrir nuevos Cupra Garage —sede de la firma— en otros puntos de España y Europa, como Alemania.
Hacia el modelo eléctrico
En cuanto a Seat, el directivo marcará su mandato por el paso a los motores eléctricos. De hecho, la compañía ya anunció este verano una inversión de 5.000 millones de euros hasta 2025 para desarrollar esta tecnología en la planta de Martorell. Así las cosas, además de retornar a la rentabilidad tras el impacto de la pandemia en las cuentas, el requisito será culminar la modernización. “El sector está en una transformación muy rápida, el paso a la electrificación llegará antes de los previsto y la tecnología híbrida será el primer paso”, ha afirmado.
Así, hasta culminar la llegada de un coche totalmente eléctrico, la previsión es que la firma ponga en venta un modelo híbrido a corto plazo. También Griffiths ha reconocido que una prioridad para dar cobertura a este nuevo modelo de automoción será “electrificar España”.