La apertura de fronteras tras el fin del estado de alarma no fue suficiente para contener el desplome de las pernoctaciones hoteleras que en agosto cayeron un 64,3% con respecto al mismo mes de 2019. Con todo, el hundimiento fue algo menor que en los meses previos, aunque el sector ya suma seis meses en negativo, según datos difundidos este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Agosto, mes turístico por excelencia, fue el que presentó el descenso más moderado de los últimos seis. En marzo el hundimiento fue del 66,5%; en abril, 100%; en mayo, 99,2%; en junio, 95,1%; y en julio, 73,4%. Además, el número de establecimientos abiertos creció en casi un millar en agosto con respecto a julio, pasando a 13.008, aunque supone un 23,2% menos que el año pasado.
Andalucía, Cataluña y Baleares, destinos principales
Por destinos, Andalucía, Cataluña e Islas Baleares fueron los más demandados en agosto, aunque presentaron valores negativos del –53,0%, –68,9% y –80,2%, respectivamente, con respecto a las pernoctaciones de un año antes. Muestra de la escasa afluencia, el sector hotelero de temporada ha adelantado cierres para tratar de contener gastos y aguantar hasta Semana Santa. Solo en Barcelona, el Gremio de Hoteles alertó de la pérdida de 850 millones de euros en seis meses a consecuencia de la pandemia.
El total de plazas ofertadas en agosto fue 1.196.259, el 61,4% del total. Durante dicho mes, 5,8 millones de viajeros se alojaron en algún establecimiento hotelero, con un total de 16,8 millones de pernoctaciones. Estas cifras suponen un 45,2% y 35,7%, respectivamente, de las estimadas hace un año.
Pese a la apertura de las fronteras exteriores, el INE destaca que los viajeros residentes en España sostuvieron en mayor medida la actividad hotelera del mes de agosto, con 4,6 millones de viajeros frente a 1,2 millones de no residentes. Esto se refleja también en el volumen de pernoctaciones, que alcanzan los 12 millones en el caso de los residentes, frente a los 4,7 millones de los no residentes.