La crisis del coronavirus ha sacudido con fuerza a la industria de los cruceros, cuya actividad se ha detenido casi por completo. Ahora, el grupo Pullmantur tendrá que dejar su sede central en Madrid el próximo 30 de septiembre por impago del alquiler. La compañía ya dio los primeros pasos para su liquidación el pasado julio cuando presentó un concurso de acreedores.
Pullmantur suspendió pagos alegando la inviabilidad del negocio tras nueve meses sin ingresos. Esto se une a que 127 trabajadores de la empresa, el 40% de la plantilla, no han cobrado el salario del mes de agosto, según Cinco Días. El consejero delegado de la firma, Richard J.Vogel, emitió un correo electrónico la semana pasada en el que aseguraba que se abonará en los próximos días.
Desguace de los barcos
La empresa, participada al 51% por Cruises Investment Holding y al 49% por Royal Caribbean, ha presentado dos ERE concursales para sus sociedades Pullmantur SA y Pullmantur Cruises SL. Según fuentes citadas por el mismo medio, los trabajadores acusan a Royal Caribbean de tratar de liquidar la compañía. Tanto es así que dos de los tres barcos de la firma ya han sido desguazados y el tercero está a la espera.
Ya el pasado febrero, cuando la pandemia comenzaba a cebarse con Italia, Pullmantur Cruceros prohibió embarcar a quienes procedieran de Lombardía y Véneto, las regiones más afectadas entonces por el coronavirus, hasta que finalmente tuvo que suspender sus rutas.