El 75% de las pernoctaciones que se han registrado en la provincia de Barcelona durante los meses de julio y agosto, han sido de turistas españoles. Un incremento considerable respecto al verano de 2019, en el que representaron el 31% del total.
Así lo ha transmitido el Laboratorio de Turismo de la Diputación de Barcelona mediante un comunicado en el que se plasma cómo el impulso del mercado español ha contrarrestado la caída del extranjero.
Los catalanes prefieren el turismo rural
Según los datos recogidos por la Diputación de Barcelona, la caída del turismo en la capital catalana ha supuesto unas variaciones interanuales del -71%, en el caso de Francia, y del -98% respecto Estados Unidos y Canadá.
El turista catalán alojado en algunas de las destinaciones de Barcelona durante julio y agosto ha caído un 2,5% respecto al mismo periodo de 2019. Por contra, ha crecido un 39,5% en el caso de los alojamientos de turismo rural, como se ha visto en Lleida.
El triunfo del mercado de proximidad
El estímulo del mercado de proximidad ha destacado especialmente en las comarcas de interior de la demarcación de Barcelona, como Anoia, el Bages, el Moianès, Osona y Berguedà, especialmente en los alojamientos de turismo rural y cámpings, frente a los alojamientos hoteleros que han sufrido ocupaciones más bajas en general.
La diputación ha impulsado esta semana la campaña Quina Barcelona coneixes tu? para apelar al público de proximidad "a continuar disfrutando de las destinaciones cercanos durante este otoño", que se alinea con la estrategia turística de la corporación Estratègia ZerO para apoyar al sector tras la crisis del Covid-19.