Después de que la empresa de electrodomésticos Bosch comunicara su intención de cerrar la fábrica de Castellet i la Gornal (Barcelona) el pasado 7 de septiembre, las reacciones de trabajadores y sindicatos no han dejado de sucederse. Tras condenar la decisión del fabricante alemán y manifestarse en Vilafranca del Penedès el pasado fin de semana, los representantes de los empleados han realizado un vídeo en el que ironizan sobre los valores de los que se enorgullece la compañía.
A través de la edición de un vídeo que Bosch Automóvil subió a su canal oficial de Youtube en 2013, la plantilla ha reivindicado que la empresa, que pertenece en un 92% a la Fundación Robert Bosch y en un 7% a los descendientes de su creador, no está cumpliendo con ese carácter fundacional y que sus prioridades se alejan de lo que realmente defiende la institución benéfica.
Los valores de Bosch, en duda
“Siempre he obrado según el principio de que es preferible perder el dinero antes que la confianza. La sinceridad de mis promesas, la confianza en el valor de mis productos y mi palabra de honor siempre han sido para mí mucho más importantes que una rentabilidad transitoria”. Con estas palabras que Robert Bosch, el fundador de la empresa, dijo en 1919, comienza el vídeo que han difundido los trabajadores de la fábrica de Castellet.
Los trabajadores de Bosch critican con este vídeo el cierre de la fábrica de Castellet i la Gornal
Pronto comienzan a sucederse imágenes de las protestas de los últimos días para evitar el cierre de Bosch en el Penedès, mientras de fondo se puede seguir escuchando el audio del vídeo original, con frases como “¿Qué tipo de empresa se fija en los indicadores financieros con la misma fuerza con la que apuesta por los valores?” o “Quizá por esa razón sea tan relevante una empresa que pertenece a una fundación sin ánimo de lucro y a los descendientes de su fundador”.
300 trabajadores en pie de guerra
Mientras que la voz en off sigue con mensajes de enaltecimiento de la fundación, la empresa y la “legendaria lealtad de su plantilla”, se suceden cada vez más imágenes de manifestaciones y mensajes de denuncia de trabajadores: “Bosch traiciona a más de 300 familias”, “Bosch inhumanos, 300 familias sufren”. Los afectados aseguran que “los dirigentes no entienden a Bosch” y que la empresa “no es lo que se está haciendo con la planta”: “Ni valores, ni principios, ni palabra”.
Los trabajadores han tirado de ironía para visibilizar la incongruencia que existe entre los compromisos sociales de la fundación y el cierre de la planta de Castellet i la Gornal. Mientras el narrador argumenta que la empresa “mantiene vivos sus compromisos a largo plazo”, los empleados denuncian a través de un escrito que en 2014 se bajaron el sueldo, aumentaron su producción y dedicaron más horas de trabajo con la promesa de que la fábrica no cerrara, promesa que ahora ven incumplida.
Bosch, cuesta abajo desde 2014
La pérdida de fuelle de la fábrica de la localidad catalana viene de lejos. Aunque hace 20 años contaba con un millar de trabajadores, diferentes expedientes de regulación y reducciones de salarios desembocaron en su puesta en venta en 2014. La plantilla pasó entonces de 420 trabajadores a los 300 actuales, y la bajada de sueldo fue de entre un 10% y un 15%.
El comité de empresa ha pedido a la directiva los detalles de estas medidas para poder valorar sus causas y buscar alternativas para no dejar a 300 personas sin trabajo. Según fuentes de la firma, todo apunta a que, de confirmarse el cierre, este tendría lugar a principios de 2021.