El Banco de España (BdE) vuelve a ser pesimista con el crecimiento del último tramo del 2020. El organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos ha fijado dos escenarios hasta final de año y prevé una caída del PIB que va desde el 10,5% hasta el 12,6%, en función de si la situación epidemiológica es más desfavorable o no. En cualquier caso, estas cifras son peores de las que ofreció el pasado junio.
En concreto, el supervisor dibujó también diferentes mapas y contempló que el producto interior bruto podría hundirse en un rango desde el -9% hasta el -11,6%. Es decir, que si España sortea de la mejor manera los estragos del coronavirus, el PIB se contraería un punto porcentual más que lo estimado en junio en circunstancias favorables. Si el virus provoca restricciones de movilidad, la economía nacional se contraerá un 1% más que lo que los analistas pensaban hace tres meses para el peor de los escenarios.
Malos augurios
Pero el futuro económico español tendrá que atravesar aún un camino arduo, al menos, durante los dos próximos años. Por ello, el Banco de España incide en que son necesarias “aplicaciones de medidas de contención de la pandemia”.
De hecho, el supervisor español señala que hasta finales de 2022 el nivel del PIB se situaría casi dos porcentuales por debajo del nivel previo a la crisis en el escenario menos agresivo, brecha que se ampliaría hasta algo más de seis puntos básicos en un episodio en el que el coronavirus provocara mayores restricciones de movilidad.
El gasto público se dispara
Las previsiones del BdE en el gasto público tampoco son positivas. El supervisor afirma que el déficit de la Administración registrará “un fuerte aumento”, situándose en el 10,8% y el 12,1% del PIB en cada uno de los dos escenarios considerados. A pesar de que estas ratios disminuirían a largo del horizonte de proyección, el déficit público aún permanecería en 2022 en cotas muy elevadas.
Por su parte, la deuda pública experimentaría en 2020 un aumento de más de 20 puntos básicos en el escenario más relajado y de 25 puntos en el escenario más adverso hasta “situarse en el 116,8% y el 120,6% del PIB, respectivamente”.
Miedo en los hogares
Respecto al consumo privado, el Banco de España prevé que las familias continúen la tendencia que se originó con el inicio de la pandemia y augura que el consumo privado se contraiga algo más de un 11,5%. El organismo achaca al “aumento de la incertidumbre” el recorte en adquisición de bienes y servicios. “En un futuro, el gasto de los hogares tenderá a verse apoyado por el descenso gradual de la incertidumbre acerca de la evolución de la situación sanitaria”, sentencia el BdE.
En este contexto, los hogares mantendrían en el medio plazo niveles de ahorro por motivo de precaución superiores a los observados antes de la crisis, aunque sustancialmente más reducidos que los alcanzados en el segundo trimestre de 2020.