El PIB de Cataluña registró un batacazo del 21,3% entre abril y junio, 0,8 puntos menos que la media española, según los datos aportados este jueves por el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat). El freno de la demanda interna durante el estado de alarma y la reducción de las exportaciones e importaciones dieron la puntilla al segundo trimestre, que se deja 16,9 puntos con respecto a los tres primeros meses del año.
Los datos del Idescat desdicen a los ofrecidos por la Consejería de Economía dirigida por Pere Aragonès, que situó el descalabro en el 15,6%, y dan la razón a la Airef, que se aproximó al 22% para el segundo trimestre del año. Así las cosas, Cataluña fue la tercera comunidad más lastrada por la pandemia, solo superada por Baleares (-24%) y Comunidad Valenciana (-22,1%).
La caída de la demanda interna ha sido el mayor lastre entre abril y junio, con un recorte del 19,7% de la actividad derivado de la paralización de las compras no esenciales. De hecho, el consumo de los hogares bajó un 26,3%, mientras que tan solo fueron las administraciones públicas las que incrementaron el gasto, un 5,3%, empujadas por las compras de material sanitario.
Golpe al sector servicios
Pese a que a lo largo de junio la actividad comenzó a dar muestras de recuperación, el ritmo no fue suficiente para contrarrestar el impacto de los meses de reclusión. Por sectores, la inversión en construcción se contrajo un 26,2%, muestra de la incertidumbre a corto plazo. El sector servicios también fue golpeado hasta dejarse el 20,4% de su actividad por los cierres de comercios y hostelería y el descenso del turismo. Tan solo fue el sector público —educación, sanidad y servicios sociales— el que experimentó un dato positivo con un crecimiento del 2,1%, según ha informado la Generalitat.
La crisis sanitaria provocó una caída del 37,7% de las exportaciones a consecuencia del cierre de fronteras y el descenso del consumo. En lo que respecta a las importaciones, la bajada fue algo más atenuada, del 33,6%.