Los acontecimientos en torno a la fusión entre Caixabank y Bankia van a discurrir a gran velocidad, dado el interés de las partes en cerrar cuanto antes la operación. Todo apunta a que los aspectos que dependen de las entidades queden totalmente cerrados antes de que finalice el año. Lo que podría demorar algo más la creación del primer banco de España serían las preceptivas autorizaciones por parte de diversos organismos tanto nacionales como europeos.
En el punto actual, las entidades están llevando a cabo los respectivos procesos de due dilligence, en los que cada banco autoriza al otro a examinar con detalle sus libros para, junto con sus asesores, tener elementos de juicio a la hora de tomar una decisión sobre la operación y, además, comprobar detalles para las posteriores negociaciones de aspectos como el canje en la fusión.
Consejo y junta de accionistas
Una vez que termine esta labor de auditoría, los consejos de administración de las entidades se reunirán para formalizar seguir adelante con la fusión, una circunstancia que podría producirse incluso a mediados de este mismo mes de septiembre.
Una operación de este calado tiene que contar con el visto bueno de las respectivas juntas de accionistas, que serán convocadas de forma extraordinaria para obtener la autorización de los socios. En el caso de Caixabank, también deberá someter a votación las operaciones (previsiblemente, una ampliación de capital) que vaya a llevar a cabo para ejecutar la fusión por absorción de Bankia, que es la fórmula elegida para ejecutar la maniobra.
Reguladores
Si se tiene en cuenta que las juntas de accionistas precisan un plazo mínimo de quince días para convocarse, los trámites internos podrían quedar liquidados prácticamente en su totalidad antes de que finalizara el próximo mes de octubre.
Desde el punto de vista temporal, los mayores condicionantes llegarán desde aquellos órganos que deben dar sus respectivas autorizaciones y que tendrán que ponerse a trabajar en ello cuando se les haya remitido la correspondiente documentación.
Sin problemas de competencia
Entre ellos se encuentra la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que, en principio, cuenta con el plazo de un mes para tomar una decisión aunque podría prorrogarlo en el caso de necesitar más información.
En el caso de esta operación, los expertos aseguran que la concentración de cuota de mercado que alcanzarán ambas entidades unidas no supondrá un problema de competencia. Sí podría haber obstáculos en cuanto a la localización de las oficinas, aunque se espera que en el proyecto de fusión que se envíe al regulador los bancos ya contemplen un plan de reducción de sucursales para evitar esta circunstancia.
Parabienes del BCE
También deberán emitir sus correspondientes informes tanto el Banco de España como el Banco Central Europeo (BCE), al tratarse de dos entidades consideradas como relevantes en el sistema bancario de la eurozona.
El organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos ha manifestado en las últimas horas que analizará con detenimiento las características de la fusión. Aunque no se prevé que haya problemas para ser aprobada. el trámite llevará su tiempo, igual que el de la entidad emisora de la eurozona, con cuyos parabienes cuenta de entrada la operación.