Los cámpings españoles han salvado la campaña de verano gracias al empuje del turismo nacional. La Federación Española de Cámpings (FEEC) ha cifrado en un 65% la ocupación media, pese a la ausencia de clientes extranjeros por el impacto de la pandemia.
Las mejores cifras de ocupación se dieron en la Cornisa Cantábrica e interior, mientras que los establecimientos de la costa mediterránea presentaron peores datos por la mayor dependencia de clientes nacionales.
Ausencia de extranjeros
La FEEC ha reconocido que la temporada ha estado marcada por los sucesivos rebrotes que se han dado a lo largo del país y la ausencia de turistas extranjeros. De hecho, este martes se han conocido los datos del INE relativos al mes de julio y que muestran una caída del 75% de las llegadas internacionales, lo que significa que dejaron de venir más de 10 millones de personas con respecto al mismo periodo de 2019.
Con todo, el sector del cámping ha señalado como factor clave para sostener la campaña la confianza de "cientos de miles de familias españolas en la profesionalidad y la correcta aplicación del protocolo anticovid-19 en los establecimientos del país".
Turismo de proximidad
Según los datos de la Federación, casi el 70% de los campistas procedían de provincias limítrofes o de la misma comunidad autónoma, mientras que un 40% de las reservas se han producido la misma semana de viajar y un 20% de ellas, en las 48 horas previas.
Aún así y de cara al resto de temporada, las previsiones de reservas para otoño e invierno son mínimas teniendo en cuenta la escasa presencia de turistas extranjeros y los distintos llamamientos de gobiernos europeos a no visitar España.