La pujanza de la transición energética en España ha atraído a una de las principales empresas del sector de ingeniería y construcción de proyectos de renovables del mundo. Se trata de Powerchina, uno de los múltiples conglomerados empresariales bajo el control del Gobierno del gigante asiático, que ha elegido Madrid para abrir su primera oficina de representación en Europa occidental.
No es ni mucho menos un desconocido en el sector. Su presencia y actuaciones se extienden por más de un centenar de países de los cinco continentes. No en vano, cuenta con una cartera de proyectos en construcción que supera actualmente los 100.000 millones de dólares.
Un programa de 240.000 millones
La elección de Madrid como base de operaciones en Europa occidental (ya cuenta con una oficina en Turquía) no es casual. España cuenta con el programa de desarrollo de energías renovables más ambicioso del Viejo Continente bajo los criterios de la Comisión Europea, que se ha encargado de evaluar los planes presentados por todos los países miembros a lo largo del pasado año.
Para la próxima década está previsto el desarrollo de inversiones por valor de 240.000 millones de euros y Powerchina llega para ser un actor protagonista en todo este proceso.
Control gubernamental
Especializada en la ingeniería, diseño y construcción de instalaciones de energías limpias, Powerchina es una compañía controlada por completo por el Gobierno chino y con la supervisión del Comité del Partido Comunista. De hecho, la práctica totalidad de la cúpula directiva forma parte de este organismo.
Conformada a partir de más de una docenas de compañías regionales y locales del país, Powerchina ha alcanzado acuerdos en los últimos años con grandes empresas para el desarrollo de sus proyectos renovables, como ha sido el caso del gigante estadounidense General Electric.
Las Tres Gargantas
Como es habitual en este tipo de compañías, una de sus cartas de presentación es su competitividad en cuanto a estructura de costes, difícilmente igualaba en el Viejo Continente. Powerchina participó activamente en el proyecto de la central hidroeléctrica de Las Tres Gargantas, un referente mundial en el sector, que pasa por ser la mayor instalación del mundo de este tipo, con una potencia instalada de 32,7 gigawatios (GW). La compañía es la responsable de la revisión del diseño, construcción y supervisión, así como de la instalación de los sistemas y la seguridad.
Fuera del ámbito energético, el grupo también intervino en la construcción de la línea de ferrocarril de alta velocidad que une las ciudades de Pekín y Shanghai y que pasa por ser la más larga del mundo, con más de 1.300 kilómetros. Powerchina fue la encargada de la construcción de uno de los tramos, de 226 kilómetros, que incluía cerca de un centenar de puentes, diez pasos subterráneos y cuatro estaciones.