Uno de los últimos documentos sobre la crisis del Covid-19 elaborados por el Banco de España no deja precisamente en buen lugar al Gobierno liderado por Pedro Sánchez al constatar que el programa de avales públicos diseñado para garantizar el crédito a las empresas y, especialmente, a pymes y autónomos presentó una cuantía tres veces inferior al que han puesto sobre la mesa el resto de las principales economías de la zona del euro.
En concreto, el informe, que analiza las medidas en materia de política fiscal en respuesta a la crisis provocada por la expansión del coronavirus, tanto de las grandes economías de la eurozona como de otras como EEUU y Reino Unido, contrasta los 100.000 millones de euros con los que estuvo dotada la línea de avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO) en España con los 820.000 millones de euros que ofreció el Gobierno alemán, a través del banco público KfW o los 450.000 millones de garantías públicas que puso a disposición de las empresas el Ejecutivo italiano.
Tan sólo el 8% del PIB
La comparativa en términos de actividad económica no deja lugar a dudas. Mientras que en el caso español, el volumen de avales suponía el 8% de su PIB de 2019, el alemán representaba un 24% del suyo y el italiano, un 25%.
Las diferencias son menores con Francia pero, aún así, la medida del Ejecutivo francés también fue sensiblemente más voluminosa que la española, al representar un 12% del PIB (unos 300.000 millones de euros).
El más utilizado
El supervisor bancario español asegura que los programas de avales adoptados presentan una naturaleza y un funcionamiento "similares", si bien las características específicas referidas al volumen total de los programas, los niveles de cobertura de los préstamos avalados, los plazos y el coste de las coberturas varían entre países.
Del mismo modo que España se sitúa a la cola de Europa en cuanto al apoyo público a las empresas, pymes y autónomos, lidera en cambio el listado de los países en los que mayor uso de los citados avales se ha hecho. Con datos correspondientes al cierre del primer semestre, en España se había empleado la mitad del programa, frente al 35% de Francia y al 10% de Reino Unido e Italia.
Impacto en el déficit público
Según el Banco de España, tanto las medidas fiscales discrecionales como los estabilizadores automáticos, muy relevantes en las economías europeas, impactarán "sustancialmente" en el déficit público, por lo que la crisis relacionada con el Covid-19 tendrá, previsiblemente, implicaciones relevantes para la senda de deuda pública en los países avanzados.
"Esta circunstancia implicará retos adicionales para la política económica en el proceso de recuperación. En todo caso, todavía hay una elevada incertidumbre sobre la evolución de la pandemia y la intensidad y duración de la fase de recuperación", avisa, por lo que cree que requerirá en el futuro evaluar la continuidad y la adecuación de los programas de apoyo por parte del sector público.