El mercado eléctrico ofrece al fin algunos síntomas de recuperación tras la llegada de la llamada nueva normalidad. La demanda durante el mes de julio, el primero completo sin estado de alarma desde febrero, ha experimentado un descenso ligeramente superior al 3%, lejos de los desplomes de meses anteriores, que llegaron a aproximarse al 18%.
No se puede hablar aún de un comportamiento habitual por parte de la demanda, pero sí de unos dígitos que aparecen de vez en cuando en las estadísticas, aunque la situación económica no ofrezca anomalía alguna.
Julio atípico en 2016
Sin ir más lejos, en este mismo mes de julio, pero de 2016, la demanda eléctrica sufrió un brusco bajón superior al 5% en relación con el mismo mes del año anterior. Una circunstancia que tuvo que ver con la climatología, con temperaturas no demasiado elevadas en comparación con lo habitual en esta época, lo cual hizo que disminuyera el consumo de los aparatos refrigeradores y de aire acondicionado.
En cualquier caso, lo peor para el mercado eléctrico parece haber pasado ya. Lejos han quedado aquellas semanas en las que estuvieron restringidas todas las actividades no esenciales, a través del llamado permiso remunerado recuperable, en las que la demanda llegó a desplomarse un 20% respecto al mismo periodo de 2019, según recordó Red Eléctrica en su junta de accionistas.
Picos de demanda
La situación también parece normalizada en torno a los picos de demanda diaria, que durante julio se han situado ya por encima de los 38.000 megavatios/hora (MW/h). Sin ir más lejos, durante los meses de abril y mayo, el pico de demanda no llegó a alcanzar los 30.000 MW/h.
Mientras, en junio, ya en plena desescalada, el tope se alcanzó el último día del mes, cuando el estado de alarma ya había decaído, y se quedó por debajo de 35.000 MW/h. Habitualmente, el pico de demanda eléctrica de un mes convencional se sitúa por encima de los 40.000 MW/h.
Corrección paulatina
Frente al hundimiento del 17,8% registrado en abril y superior al 13% que se dio en mayo, el mercado eléctrico ha ofrecido ya síntomas de recuperar el pulso en julio, pese a que algunos sectores de la actividad económica, especialmente los relacionados con el turismo y la hostelería, continúan aún bajo mínimos.
No obstante, en lo que va de año la demanda eléctrica acumula un descenso algo superior al 7% en relación con el mismo periodo de 2019, una cifra que debería ir corrigiéndose paulatinamente en los próximos meses, siempre que las autoridades sanitarias no se vean obligadas a adoptar de nuevo medidas de reclusión a gran escala.
En los últimos 12 meses, la demanda de electricidad presenta un descenso algo superior al 5%, una cifra a la que debería converger la actual referencia según vaya avanzando el año para cerrar 2020 aproximadamente en estos guarismos.