La bolsa española ha sufrido un serio revés este jueves, castigada por el pesimismo generado por las históricas caídas registradas por las economías de Alemania y EEUU y también por los pesimistas mensajes de la Reserva Federal (Fed) sobre el ritmo de recuperación de esta última. El Ibex se ha dejado algo más de un 3% al cierre de la sesión, en la que ha perdido la referencia de los 7.000 puntos, lo que no sucedía desde finales de mayo.
Un día en el parqué siempre resultará complicado si coinciden datos como la caída por encima del 10% del PIB de Alemania en el segundo trimestre y el desplome sin precedentes de la economía estadounidense en el mismo periodo, un 32,9%. Las peores previsiones en torno al impacto del coronavirus en la producción mundial se están haciendo realidad y, además, en un entorno en el que la incertidumbre no desaparece debido a la situación incontrolada del virus en algunas regiones y los preocupantes rebrotes en otras.
La influencia de los resultados
Horas antes de la apertura de las sesiones en Europa, la Fed ya había preparado el terreno al señalar su preocupación por el ritmo de recuperación de la economía de EEUU, más lento de lo esperado. Su presidente, Jerome Powell, sembró las dudas con las que despertaron los mercados en el Viejo Continente y las cifras de PIB en Alemania terminaron por disiparlas: era día para deshacer posiciones.
En el Ibex la peor parte se la llevó, una vez más, el sector financiero y, en especial, el BBVA, que dio a conocer sus resultados semestrales antes de que comenzaran a cruzarse precios en el parqué. De nada sirvió que las cifras superaran las previsiones de los analistas, que éstos valoraran en sus comentarios de primera hora las cuentas de la entidad y que su consejero delegado, Onur Genç, se mostrara convencido de que la mayor parte de los ajustes ya estaban hechos. Al cierre de la jornada, los títulos de BBVA valen un 8% menos que el miércoles.
Pesimismo financiero
El efecto arrastre fue especialmente padecido por Santander (-5,7%), Sabadell (-7,3%) y Caixbank (-4,2%) (estos dos últimos presentan resultados este viernes), mientras que Bankia perdió un 4% y Bankinter se dejó cerca de un 2,5%
En general, las cifras que están dando a conocer las entidades en estos días han provocado desencanto en los inversores (sucedió el miércoles con Santander), al margen las pérdidas contables (espectaculares, en el caso de la entidad que preside Ana Botín) que se anotan por las provisiones relacionadas con la pandemia.
De nuevo, castigo al turismo
Tampoco parecieron tan malas las cuentas semestrales de Telefónica, lo que no impidió que los títulos de la operadora se dejaran un 3% al final de la sesión. Junto a la banca, otros clásicos de los números rojos desde que se desató la pandemia, como es el caso de los valores relacionados con el sector del turismo. La peor parte se la llevó en este caso Amadeus, con un retroceso cercano al 4%.
Lejos de despejarlas, el paso de las semanas está fortaleciendo las incógnitas e incertidumbres en torno a la evolución del virus. Los temidos repuntes se han convertido en realidad y en ciertas economías emergentes, especialmente Brasil, el virus actúa fuera de control.
Al margen de los datos macro, no son buenas tampoco las señales que llegan desde EEUU. Su presidente, Donald Trump, ya habla abiertamente de aplazar las elecciones de noviembre ante el avance de la pandemia. Precisamente, el factor que le faltaba a los inversores que, además, cada día encuentran noticias contradictorias sobre los avances de las vacunas.