Inmobiliaria Colonial cerró la primera mitad del año con un beneficio recurrente de 83 millones de euros, un 20% por encima del registrado en el mismo periodo de 2019, aunque contablemente se ha anotado pérdidas de 26 millones de euros (frente a un resultado positivo de 368 millones) debido a una ligera variación a la baja del 0,2% en la valoración de sus activos.
Los ingresos por rentas también han evolucionado de forma positiva en el periodo enero-junio, con un incremento del 2%, hasta 177 millones de euros. En la cartera de oficinas, principal negocio de Colonial, los ingresos han crecido un 7%, sobre todo debido a la evolución de los mercados de Madrid (+31%) y Barcelona (+11%).
Efecto Covid en Madrid y Barcelona
En París, los ingresos por rentas de oficinas descendieron un 5% debido a la rotación de superficies en rehabilitación en algunos de sus activos.
La compañía destaca la estabilidad del valor de los activos, que a cierre del trimestre se sitúa en 12.164 millones de euros, apenas un 0,2% por debajo de la cifra correspondiente al 31 de diciembre de 2019. La principal corrección se ha producido en las carteras de Madrid y Barcelona, concretamente un 2%, por efecto del Covid-19.
Evolución interanual positiva
Mientras, la cartera de París, el mercado con mayor exposición para Colonial, mostró una revalorización del 1%, una circunstancia que Colonial atribuye tanto a la solidez de los activos como a los avances en su cartera de proyectos, con nuevas superficies ya pre-alquiladas.
De hecho, la evolución interanual del valor de los activos en positiva y asciende a un 4% en los activos comprables ('like for like', en terminología inmobiliaria). Una trayectoria similar ha mostrado el valor neto de los activos (NAV), que se ha descendido un 2,2% en el primer semestre, hasta 11,21 euros por acción, pero se ha incrementado un 6,5% respecto a la cifra registrada al cierre de los seis primeros meses de 2019.
Actividad 'pre-Covid'
El consejero delegado de Colonial, Pere Viñolas, ha destacado la notable actividad comercial que se ha registrado en el segundo trimestre del año, “que se ha parecido mucho a la del primero, es decir, a una situación pre-Covid”.
De hecho, la compañía ha registrado en el primer semestre una actividad equivalente a algo más de 28.700 metros cuadrados en contratos de oficina firmados, de los que 13.500 se corresponden con el primer trimestre.
Tendencia desinversora
Viñolas también ha llamado la atención sobre el hecho de que la actividad recurrente también se ha combinado con la extraordinaria como el alquiler de oficinas a Goldman Sachs, el cierre de la venta de activos del sector logístico y también la emisión de bonos en el mercado francés.
La compañía no da por cerrado el proceso de venta de activos, aunque señala que se desarrollará en el contexto de rotación habitual de Colonial en los últimos años. “Tras una apuesta claramente inversora en España entre 2014 y 2017, con un volumen que superó los 4.000 millones de euros, la actividad a partir de entonces ha sido desinversora en términos netos, es decir, se han registrado mayores ventas que adquisiciones, y lo previsto es mantener esta tendencia”.
Impacto de la crisis
En respuesta a preguntas de la prensa, Viñolas ha señalado que el impacto del coronavirus en el negocio de la compañía está siendo reducido, incluso en aspectos como los relacionados con los impagos derivados de la crisis económica y el aumento exponencial del teletrabajo.
Respecto al primero de los factores, el ejecutivo ha estimado el impacto en los ingresos en un 1% aproximadamente; en cuanto al trabajo a distancia, Viñolas ha explicado que los clientes han tenido que desarrollar en un corto espacio de tiempo una estretagia relacionada con la protección de los trabajadores y el mantenimiento de la distancia social que “no es suficiente para llevar a cabo un replanteamiento a largo plazo, que se corresponde más con la duración de nuestros contratos”.
En cualquier caso, Viñolas asegura que la tendencia a flexibilizar la presencia de los trabajadores en las oficinas ya se observaba desde antes de la llegada del coronavirus, así como “el planteamiento de que la oficina tiene que ser un lugar atractivo y cómodo para los empleados, lo que hace que, a la hora de alquilar espacios, el cliente ponga el acento en el valor añadido. Y eso nos beneficia porque nosotros también hacemos mucho hincapié en el valor añadido de nuestra cartera”.