Endesa concluyó el primer semestre del año con un beneficio neto de 1.128 millones de euros, el 45,4% por encima del obtenido en el mismo periodo de 2019. Los resultados del grupo energético vuelven a estar condicionados por el impacto de la entrada en vigor del nuevo convenio colectivo y el registro de provisiones por la reestructuración de la plantilla.
No obstante, el resultado de la compañía también supera el registrado en los seis primeros meses del año anterior si se excluye esta partida extraordinaria, que genera un impacto neto positivo de 267 millones de euros. En concreto, Endesa hubiera elevado su beneficio un 11%.
Confirma las previsiones
Los resultados de la primera mitad del año hacen que la eléctrica ratifique tanto su política de dividendos, que no se ha visto afectada por la crisis del coronavirus, como sus previsiones para el conjunto del ejercicio, que apuntan a un resultado bruto de explotación (Ebitda) de unos 3.900 millones de euros y un beneficio neto en el entorno de los 1.700 millones.
No obstante, la compañía ha indicado que los efectos negativos de la crisis, reflejados en una notable reducción de la demanda y de los precios de la electricidad, se han dejado sentir con mayor fuerza en el segundo trimestre.