La Asociación de Pequeños Empresarios de Autoescuelas de Madrid asegura dice estar en situación desesperada y situarse al borde de la quiebra debido a las "trabas" y "la mala gestión de la Jefatura Provincial de Tráfico", que lleva a una reducción de pruebas y, como consecuencia de esto, el alumnado tiene que "esperar seis meses para examinarse".
Dicha asociación quiere que la DGT "preste correctamente sus servicios y, de no ser posible, valorar la posibilidad de una privatización, tal y como ocurre en otros muchos países europeos".
Difíciles decisiones
"Estas decisiones no sólo afectan al crecimiento y expansión de nuestras empresas, también perjudican al renacer de las autoescuelas después de más de tres meses con nuestros centros cerrados", han descrito en un comunicado.
La entidad ha alertado de las "trabas con las que se están encontrando desde que retomaron su actividad. El portavoz de la asociación, Lorenzo García, ha explicado que "antes del estado de alarma la solicitud para la presentación de alumnos a las pruebas se realizaba en papel y se gestionaba directamente con los centros de examen".
Sin previo aviso
"Ahora, sin previo aviso y sin información ni formación sobre los nuevos procesos, nos obligan a tramitarlo de manera telemática, lo que ha provocado un caos total entre la administración y las autoescuelas", ha aseverado.
A "la falta de información para solicitar las pruebas de los alumnos", la Jefatura Provincial de Tráfico de Madrid "también ha cerrado sus ventanillas de atención y sólo proporcionan información bajo cita previa".
Exámenes a la mitad
El sector también se ha quejado fervientemente que el número de pruebas de nuevos conductores se ha reducido a la mitad en la Comunidad de Madrid, lo que está provocando " que los alumnos tengan que esperar más de seis meses para poder examinarse".
Los empresarios de las autoescuelas explican que "si Jefatura sigue sin mostrar ninguna empatía y la situación no mejora, muchos de los centros se verán abocados al cierre". El portavoz del organismo, Lorenzo García, señala que estas decisiones "no sólo afectan al crecimiento y expansión de las empresas, también perjudican al renacer de las autoescuelas después de más de tres meses con sus centros cerrados".