Joan Canadell se exhibe. Está en todos lados, activo en las redes sociales, en actos con el presidente Quim Torra y especulando en los medios con su posible salto a la política al lado de Carles Puigdemont. Es el presidente de la Cámara de Comercio y eso le permite ofrecer datos de forma constante sobre la crisis económica, aprovechando el buen servicio de estudios que siempre ha tenido la institución. Y ahora se vanagloria de que el 97% del empresariado aprueba la gestión de su nuevo equipo, un año después de acceder al cargo. ¿Pero cómo ha logrado ese apoyo? ¿Quién ha votado? 

Como otras instituciones, la Cámara de Comercio ofrece la posibilidad de votar sobre varias cuestiones a través de la web. Son los que frecuentan el sitio en internet y curiosean los que se interesan por las diferentes preguntas que se formulan. Pero es la Cámara de Comercio la que envía a sus contactos las encuestas para que puedan pronunciarse. Y ese 97% del “empresariado” surge a partir de una minúscula encuesta que contestaron cerca de 1.500 empresas, que forman parte del censo de 30.000 a las que puede acceder la Cámara.

Joan Canadell (I) presidente de las cámaras de comercio catalanas ataviado con su mascarilla catalana, junto al presidente de la Generalitat, Quim Torra (d) / GENCAT

Con "400 respuestas" ya es una muestra

Es la información que aporta la propia institución tras una consulta de Crónica Global. Como otras instituciones, para poder recibir los datos, los usuarios deben complementar el certificado digital. Cuando reciben la petición de Cámara, en los correos electrónicos se les ofrece un código para poder votar en esas encuestas. Muchos de los que lo reciben no se molestan en hacerlo, y acaban movilizándose los más activos. Sin embargo, la Cámara considera que “a partir de las 400 respuestas, la muestra puede ser representativa” porque, con la experiencia acumulada, cuando hay más participación, a partir de esas 400, los porcentajes hacia un lado u otro --en función de las preguntas-- “apenas varía”. 

Sin embargo, para miembros de la Cámara que siguen con recelos los pasos de Canadell, sólo se trata ahora de “potenciar su imagen, a la espera de dar el salto a la política, con encuestas que son pura fanfarria”. Lo que se apunta es que Canadell quiere sumarse a la candidatura de Carles Puigdemont, que ha pensado en él, incluso, para liderar la lista de Junts per Catalunya (JxCat). El propio Canadell, en todo caso caso, sin negar su interés por la política, ha señalado que no querría aspirar a nada de cara a la próxima legislatura. 

Canadell, a un año de acabar el mandato

El caso es que a medio mandato --le quedaría un año más-- dejará la presidencia de la Cámara de Comercio, tal y como lo acordó la entidad Eines de País, apoyada por la ANC, que fue la que impulsó su candidatura en las elecciones al organismo empresarial. Le sustituirá la emprendedora Mònica Roca, que ahora ejerce como vicepresidenta primera. Con ello, Eines de País, quería ofrecer la defensa de la paridad de género. 

Canadell necesita señalar que ha gozado del apoyo de los empresarios durante su primer año de mandato. Pero esa encuesta es mínima. En ella se señalaba que hasta el 75% del empresariado calificaba de “muy buena” la obra del nuevo equipo de gobierno en materia de “acciones y propuestas, comunicación y defensa del interés económico”, a pesar de que la gran aportación de Canadell ha sido su propia presencia en los medios, con críticas contundentes al Gobierno español y mensajes en las redes sociales como uno de los más polémicos: “España es paro y muerte, Cataluña, vida y futuro”.

"Pura propaganda"

La institución admite las dificultades para lograr más participación, a pesar de que entiende que esas 1.500 respuestas pueden ser representativas. Lo que hace es difundir las encuestas en las redes sociales, principalmente a través de la cuenta de Twitter, que tiene 18.800 seguidores.

El mensaje, en todo caso, se difundió en los medios con esa cifra mágica, del 73% del empresariado que “avala” la gestión de Canadell; o la de que el 97% aprueba su primer año de mandato, en función de si las respuestas calificaban de “muy buena” o de “buena” la forma de hacer de Canadell. “Es pura propaganda”, señalan las mismas fuentes consultadas, que insisten en que Canadell no deja de “servirse” de la Cámara para "sus propios fines políticos independentistas".