El futuro de Atlantia, accionista mayoritaria de la concesionaria española Abertis, sigue en del aire. La reunión intempestiva del Consejo de Ministros a última hora de este martes para tomar una decisión sobre la posible revocación de las concesiones de la compañía controlada por la familia Benetton quedó suspendida poco después de medianoche debido a la llegada de una última propuesta por parte de la empresa que deberá ser analizada por el Ejecutivo.
De hecho, tras la suspensión de la reunión del consejo, el primer ministro, Giuseppe Conte, partidario en las últimas horas de revocar las concesiones, aún mantenía un encuentro con los titulares de las carteras de Economía e Infraestructuras.
Salida gradual de Benetton
Poco antes del inicio de la reunión del Consejo de Ministros, pasadas las 22,30 horas del martes, la postura de Conte era firme: o Atlantia aceptaba las condiciones del Gobierno, que pasan en cualquier caso por la salida de la familia Benetton de Autostrade per l’Italia (Aspi), la filial que aglutina las concesiones en Italia de la compañía, o éstas volverían de inmediato al control del Estado.
Al inicio de la reunión, sobre la mesa había una propuesta in extremis de Atlantia. Por lo que ha trascendido, los Benetton estarían dispuestos a salir por completo de Aspi pero lo harían de forma gradual, en un plazo que podría extenderse durante un año.
Muchas dudas
Una solución que, al parecer, no ha convencido del todo a Conte pero que, dado lo avanzado de la hora y la complejidad del asunto, sí ha servido para ganar algo de tiempo.
El asunto del futuro de Atlantia sigue generando muchas dudas en el Gobierno italiano. Por un lado, Conte ya ha lanzado varios mensajes en la línea de que la situación ya habría sobrepasado los límites de su paciencia. Uno de los últimos, a través de la prensa local en el transcurso de una entrevista, provocó el lunes un desplome superior al 15% en la cotización de Atlantia.
Diferencias en el Gobierno
Los avisos llegan principalmente de las filas del Partido Democrático, por cuanto el Movimiento Cinco Estrellas, el otro partido que compone la coalición de Gobierno, no ha variado su posición respecto a la necesidad de que el Estado recupere las concesiones como castigo por la tragedia del puente Morandi de la que se cumplirán dos años justamente dentro de un mes y que es el origen de la controversia.
Sin embargo, el primer ministro italiano también está recibiendo mensajes procedentes de otros miembros del Consejo de Ministros con alertas sobre las posibles consecuencias de una revocación de las concesiones en caliente, a golpe de decreto.
Una compensación inasumible
Los mensajes de prudencia hacen saber a Conte que una decisión así acabará en los tribunales, con una reclamación por parte de Atlantia que superaría los 20.000 millones de euros en concepto de indemnización.
Y, además, desde el punto de vista financiero supondría un bombazo, toda que vez que Aspi dejaría en suspenso el pago de su deuda, que supera los 19.000 millones, lo que provocaría un fuerte seísmo en la banca italiana, que acapara en su cartera buena parte de esta deuda.